Los niños siempre lloran en mitad de la noche.
3. Fatiga. Cuando un niño está cansado, llorará ruidosamente antes de acostarse, lo que puede durar unos 10 minutos o incluso más. Cuanto más cansado está el niño, más fuerte llora. Dejar 20 minutos antes de acostarse. En un ambiente relativamente tranquilo, los niños pueden conciliar el sueño fácilmente. Cambiar el entorno es un método eficaz.
4. Sed La sed también es un factor en el llanto de los bebés y se ignora fácilmente. En general, los niños amamantados no necesitan beber agua. Si es en un ambiente seco o la temperatura es demasiado alta, el niño perderá más agua y tendrá sed con facilidad. Además, si el niño tiene la nariz tapada y respira con la boca abierta, fácilmente tendrá sed. Un bebé sediento puede provocar irritabilidad, que puede aliviarse dándole una pequeña cantidad de agua.