¿Cuáles son los síntomas del envenenamiento por gatos domésticos?
Los gatos domésticos pueden intoxicarse al ingerir o entrar en contacto con sustancias tóxicas. Los síntomas comunes de intoxicación incluyen vómitos, diarrea, pérdida de apetito, fatiga, somnolencia, dificultad para respirar e incontinencia. Algunas toxinas pueden provocar directamente insuficiencia orgánica, síntomas neurológicos e incluso la muerte. Por lo tanto, una vez que descubra que su gato tiene los síntomas anteriores, debe buscar ayuda veterinaria de inmediato, especialmente si encuentra artículos sospechosos en su casa que hayan sido masticados por el gato o que tengan otros comportamientos anormales.
2. Síntomas de daño en órganos internos
El envenenamiento puede provocar graves daños en el hígado, los riñones, el corazón y el cerebro del gato. El hígado y los riñones son los órganos de desintoxicación del gato. El daño a estos órganos puede poner en peligro la vida si se ignoran los síntomas de intoxicación. El corazón de los gatos también puede resultar dañado, provocando latidos cardíacos irregulares e incluso un paro cardíaco. En algunos casos extremos, el sistema nervioso central del gato también puede verse dañado, manifestándose como convulsiones, coma, ceguera, etc.
3. Síntomas causados por toxinas específicas
Algunas toxinas tienen síntomas específicos de intoxicación. Por ejemplo, después de que los gatos ingieren artículos que contienen cocaína, tendrán síntomas evidentes de intoxicación, como excitación, temblores, sequedad de boca y pánico. Los síntomas de la intoxicación por acetofenona incluyen que los gatos se vuelven inusualmente activos, excitados y sensibles a estímulos como los sonidos. Los síntomas del envenenamiento por sulfato y sus análogos incluyen dificultad para respirar, deshidratación, daño renal y hepático, etc.
4. Síntomas en la piel
Algunas toxinas pueden contactar directamente con la piel del gato, provocando irritaciones, quemaduras o alergias. Por ejemplo, los gatos expuestos a pesticidas, limpiadores y otros productos que contienen sustancias químicas pueden desarrollar síntomas como picazón en la piel, enrojecimiento y llagas. La ingesta excesiva de arándanos, alfalfa y otras plantas en gatos también puede provocar síntomas cutáneos.