Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimientos de oftalmología - Estoy expuesto a la acetona todos los días en el trabajo y sé que es perjudicial para el cuerpo humano. ¿Qué puedo hacer para minimizar el daño?

Estoy expuesto a la acetona todos los días en el trabajo y sé que es perjudicial para el cuerpo humano. ¿Qué puedo hacer para minimizar el daño?

La acetona es una sustancia química altamente tóxica y puede absorberse a través de la piel o el tracto respiratorio.

La acetona es un líquido volátil, incoloro, transparente y con un olor aromático especial a temperatura y presión ambiente. Es fácil de quemar y su vapor y aire pueden formar mezclas explosivas, que pueden causar fácilmente combustión cuando se exponen a llamas abiertas o altas temperaturas. Las propiedades químicas son más activas. Su líquido es más ligero que el agua. Puede disolverse con agua, alcohol, éter, cloroformo, acetileno, aceites e hidrocarburos, y puede disolver grasas y caucho. El vapor de acetona tiene efectos anestésicos.

Toxicidad:

LD50 oral en conejo: 5300 mg/kg

Concentración máxima permitida: 1000 ppm (2400 mg/kg)

Lata de acetona absorbida vía tracto respiratorio, tracto digestivo y piel. La absorción a través de la piel es lenta y la cantidad es pequeña, principalmente a través de las dos primeras vías. Debido a que la acetona es altamente soluble en agua, se disuelve y absorbe fácilmente en la sangre y se distribuye rápidamente por todo el cuerpo. La acetona es ligeramente tóxica y su toxicidad se debe principalmente a su efecto anestésico sobre el sistema nervioso central. El vapor base tiene un efecto irritante moderado sobre las membranas mucosas. La acetona no sensibiliza la piel pero puede causar una irritación leve.

La intoxicación aguda por inhalación de vapor se manifiesta principalmente con distintos grados de anestesia. Inicialmente aparecen tuberculosis, náuseas, dolor de cabeza, mareos e irritabilidad. En casos graves, pueden producirse vómitos, dificultad para respirar, convulsiones y coma. Los líquidos pueden irritar los ojos. Tragarlo puede estimular el sistema digestivo y provocar síntomas como anestesia y confusión.

Protección de seguridad:

La acetona debe estar contenida en barriles de vidrio o metal. Al llenar, controle el caudal para que no sea demasiado rápido para evitar la generación de electricidad estática. Al almacenar acetona en el almacén, el almacén no debe llenarse. Ciertos pasajes deben dejarse al lado de la pared, lejos de la rejilla superior y lejos de los pilares para facilitar la inspección de incendios y el rescate eficaz en caso de incendio.

En caso de incendio, se puede utilizar espuma antisolubilidad, dióxido de carbono, polvo químico seco y arena amarilla para extinguir el fuego. Es posible que el agua no sea eficaz para extinguir incendios, pero puede usarse para enfriar contenedores en la escena del incendio, dispersar vapores, diluir y ahuyentar los líquidos que salen y proteger al personal que intenta detener las fugas.

Cuando sale acetona, primero debe cortar todas las fuentes de fuego, usar máscaras antigás, guantes y ropa protectora, etc., enjuagar con agua y descargar el agua de lavado en el sistema de aguas residuales después de la dilución.

Inhalación: Retire la fuente de acetona o traslade al paciente al aire libre. Si la respiración se detiene, se debe realizar respiración artificial.

Contacto con los ojos: Con los párpados abiertos, enjuagar los ojos afectados con agua tibia y lentamente durante unos 10 minutos.

Contacto con la piel: Enjuagar la zona afectada con agua tibia y a fuego lento durante al menos 10 minutos.

Administración oral: Enjuagar abundantemente la boca con agua, no inducir el vómito y dar de beber al paciente unos 250ml de agua.

Todos los pacientes deben buscar atención médica.