1. Enfermedad inflamatoria pélvica: la enfermedad inflamatoria pélvica suele ser causada por un tratamiento inoportuno. Con el tiempo, el endometrio de la trompa de Falopio puede volverse adherente, lo que provoca un estrechamiento o atresia de la luz de la trompa. 2. Dolor sexual: durante las relaciones sexuales, un pequeño esfuerzo por parte de un hombre provocará un dolor de impacto profundo en la cavidad pélvica femenina, lo que hará que las mujeres no solo no puedan sentir placer, sino que incluso se sientan disgustadas por las relaciones sexuales durante mucho tiempo. 3. Infertilidad: la enfermedad inflamatoria pélvica afectará directamente la función del útero y las trompas de Falopio, especialmente la enfermedad inflamatoria pélvica crónica, que hará que las trompas de Falopio se pongan rígidas o se bloqueen, afectando gravemente el movimiento de los espermatozoides y el transporte de los óvulos, y en última instancia conduce a la infertilidad. 4. Adhesiones pélvicas: la enfermedad inflamatoria pélvica grave se extenderá al peritoneo pélvico, el útero y otros tejidos, provocando eventualmente adherencias extensas. 5. Dismenorrea: La dismenorrea causada por enfermedad inflamatoria pélvica tiene una amplia gama. Se caracteriza principalmente por dolor persistente en la parte superior del abdomen en ambos lados, que puede irradiarse hasta la cintura y, en ocasiones, se acompaña de dilatación anal. 6. Embarazo ectópico: la incidencia de embarazo ectópico después de una enfermedad inflamatoria pélvica es de 8 a 10 veces mayor que la de las mujeres normales. La incidencia de embarazo ectópico también está relacionada con la frecuencia de enfermedad inflamatoria pélvica.
Existen varios tipos de vaginitis:
Vaginitis fúngica: picor intenso en la vulva y molestias vaginales. El aumento de la leucorrea también puede hacer que las mujeres orinen con frecuencia, urgencia y dolor. Vaginitis por Candida: las mujeres pueden experimentar síntomas como dolor sexual, micción frecuente y dificultad para orinar. Vaginitis por tricomonas: dolor abdominal, dolor de espalda, picazón vulvar, sangrado vaginal y algunas mujeres pueden tener dolor durante las relaciones sexuales. Puede haber: debilidad general, distensión abdominal, leucorrea y secreciones vaginales que irritan la abertura uretral, lo que puede provocar micción frecuente y dolor al orinar en las mujeres. La posición anatómica de las partes íntimas es muy desfavorable para la autolimpieza vaginal. Conecta el cuello uterino internamente y el perineo externamente, así como la uretra y el ano. Por lo tanto, si se descuida la limpieza de la vagina y los órganos circundantes, es fácil inducir diversas vaginitis. Por tanto, las mujeres deben prestar atención a la higiene perineal y menstrual para prevenir algunas vaginitis.