Los primeros síntomas del cáncer de cuello uterino in situ
2. Aumento de las secreciones vaginales. Este es el síntoma principal de las pacientes con cáncer de cuello uterino. La mayoría ocurre antes del sangrado vaginal. Al principio, el flujo vaginal puede ser inodoro. A medida que el cáncer crece, debido a la infección secundaria y la necrosis del cáncer, aumentan las secreciones, como el agua de arroz o la sangre mezclada, que tiene olor. Cuando el tumor se propaga hacia arriba e involucra el endometrio, las secreciones son bloqueadas por el tejido canceroso de cuello uterino y no pueden ser descargadas, lo que puede formar derrame uterino o pus uterino. Las pacientes pueden experimentar síntomas como malestar abdominal bajo, dolor abdominal bajo, dolor lumbar. y fiebre.
3. Micción frecuente, urgencia y dolor al orinar. Cuando las células cancerosas se propagan, pueden invadir la vejiga. Los pacientes experimentarán caídas, micción frecuente, urgencia, dificultad para orinar y hematuria. A menudo se diagnostican erróneamente como infecciones del sistema urinario y el diagnóstico se retrasa. Se pueden formar fístulas vesicovaginales graves. La propagación hacia atrás del cáncer puede invadir el recto, pero pueden aparecer síntomas como caídas, dificultad para defecar, urgencia y sangre en las heces. , un mayor desarrollo puede provocar una fístula vaginal. En las últimas etapas de la enfermedad pueden producirse metástasis a distancia. Los diferentes sitios de metástasis tienen diferentes síntomas. La más común es la metástasis en los ganglios linfáticos supraclaviculares, con la aparición de nódulos o masas. La infiltración del tumor puede extenderse a órganos distantes a través de los vasos sanguíneos o del sistema linfático, provocando metástasis en las partes correspondientes y los síntomas correspondientes.
4. Este es un síntoma del cáncer de cuello uterino en etapa avanzada. El tumor se extiende a lo largo de los tejidos adyacentes, invadiendo la pared pélvica y comprimiendo los nervios circundantes. La manifestación clínica es dolor persistente en el nervio ciático o en un lado del sacro y el ilion. Los tumores comprimen o erosionan el uréter, y la estenosis y obstrucción del conducto provocan hidronefrosis, que se manifiesta como dolor lumbar unilateral o incluso dolor intenso, y evoluciona hacia insuficiencia renal, lo que lleva a uremia. La invasión del sistema linfático provoca obstrucción linfática y obstrucción por reflujo, provocando edema y dolor en las extremidades inferiores;