¿A qué debes prestar atención cuando vuelas con un niño de medio año?
¿A qué deben prestar atención los bebés cuando vuelan?
Si tu bebé se siente incómodo en el avión, llora o tiene algún problema pasajero y empieza a tener fiebre, será todo un dolor de cabeza. Por lo tanto, cómo identificar posibles problemas con el bebé y brindarle el tratamiento de emergencia adecuado se ha convertido en una tarea que los padres deben hacer antes de llevar a sus hijos de viaje.
Superar los cambios de presión a medida que la aeronave desciende.
Cuando llevas a un bebé en un avión, es posible que llore y se inquiete mientras el avión desciende. Esto se debe a que existe un tubo europeo entre el oído y la faringe. Al volar, bucear, escalar o despegar o aterrizar en un ascensor demasiado rápido o cuando la presión del aire cambia demasiado, el Eurotube puede desequilibrarse y causar molestias.
Se recomienda que cuando el avión descienda alimente al bebé con biberón o agua; se puede dejar que el niño mayor masque chicle o coma snacks de maní preparados en el avión de pasajeros para inducir la deglución.
Tratamiento de la fiebre en niños en diferentes circunstancias.
Si tu bebé tiene infección del tracto respiratorio superior, sinusitis, otitis media y otros problemas, lo mejor es no volar primero. Si su itinerario ha sido arreglado, se recomienda que siga los consejos de su médico y use medicamentos para la inflamación de la mucosa nasal o tapones para los oídos. Después de limpiar las secreciones nasales, pellizque su nariz y sople aire para equilibrar la presión en el oído medio, lo que puede aliviar su dolor. Molestias en los oídos durante la aviación.
Si tu bebé presenta síntomas de fiebre durante el viaje, deberá ser tratado de forma diferente según la causa de la fiebre. A veces, el niño simplemente usa demasiada ropa y, a veces, tiene fiebre recurrente durante dos o tres días. También puedes observar el estado del bebé antes de manipularlo. Si un bebé mayor o un niño pequeño tiene fiebre y parece no tener otros problemas, y su nivel de actividad y sus condiciones para comer y beber no han cambiado, no hay necesidad de estar demasiado ansioso. El primero es ayudar a los niños a reducir la ropa o la temperatura interior, reponer agua adecuadamente, o bañarse o limpiarse el cuerpo con agua tibia a unos 30 grados centígrados, lo que también puede ayudar a reducir la fiebre, y buscar tratamiento médico a tiempo después de llegar al destino.
Pero si el niño tiene poca vitalidad, poco apetito o incluso un estado mental lento, mal color de labios o respiración rápida, hay que enviarlo al médico lo antes posible.