¿Cuáles son los beneficios de que los abuelos cuiden a los niños en casa?
Mucho tiempo. La mayoría de abuelos en familias con un solo hijo tienen entre 50 y 60 años y están jubilados o están a punto de jubilarse. En comparación con los padres con hijos ocupados, las personas mayores tienen más tiempo a su disposición después de dejar el mercado laboral.
El cuidado de niños pequeños también puede llevar mucho tiempo. Así que dejar que tus abuelos lo hagan por ti parece una opción muy adecuada. Por otro lado, para las personas mayores, cuidar de sus nietos también parece un trabajo especial, que puede ayudarles a aliviar la sensación de pérdida que les provoca una renuncia repentina.
Mentalidad estable. Los padres jóvenes se encuentran en una etapa de lucha por sus carreras y la competencia en la sociedad es feroz. A veces es inevitable que vuelvan a surgir tensiones y conflictos en el trabajo. Aunque los niños son pequeños, son muy sensibles a las emociones negativas de sus padres. Por lo tanto, los adultos pueden transmitir sin darse cuenta su psicología negativa a sus hijos, obstaculizando su crecimiento saludable.
Los abuelos que están fuera del entorno laboral experimentan menos presión en la vida, por lo que tienen una mente mucho más tranquila. Al mismo tiempo, los ancianos suelen tener una inocencia infantil, son más pacientes y les gusta jugar con sus bebés. Es más probable que establezcan una relación armoniosa con sus hijos y creen un ambiente familiar relajante.
Tener experiencia en el cuidado de niños. Los abuelos generalmente tienen experiencia práctica en la crianza de los niños y tienen ciertas previsiones sobre las diferentes etapas del crecimiento de los niños y los problemas comunes. Especialmente cuando un bebé está enfermo o tiene un accidente, los ancianos suelen tener más experiencia y pueden recordar a los padres del niño que adopten el enfoque correcto o busquen atención médica a tiempo para reducir el riesgo.
Rica experiencia social. Los abuelos tienen más experiencia social y de vida que los padres de sus hijos y, a menudo, pueden adoptar una actitud de mente abierta y a largo plazo hacia la educación de la primera infancia, lo que ayuda a crear un entorno de crecimiento relajado y multifacético para sus hijos.