Hígado de cerdo: un alimento ideal para la lactancia posparto y la reposición sanguínea.
Múltiples beneficios
Comer hígado de cerdo después del parto no sólo ayuda a la lactancia, sino que también tiene muchos otros beneficios. En primer lugar, el hígado de cerdo puede promover la circulación sanguínea, promover la contracción uterina y prevenir la anemia posparto. Además, el hierro del hígado de cerdo juega un papel importante en la reposición de sangre de las mujeres embarazadas.
Efecto de la prolactina
Para las madres con un suministro insuficiente de leche, además del acondicionamiento dietético, también es importante que el bebé estimule la secreción de prolactina. Comer hígado de cerdo después del parto puede promover la secreción de leche materna y ayudar a aumentar la producción de leche.
Cosas a tener en cuenta
Aunque el hígado de cerdo tiene muchos beneficios para las mujeres embarazadas, también existen algunas precauciones. Primero, lave el hígado fresco bajo el grifo durante 10 minutos y luego sumérjalo en agua limpia durante 30 minutos. Además, el tiempo de cocción no puede ser demasiado corto, y hay que freírlo durante al menos 5 minutos, para que el hígado adquiera un color marrón grisáceo por completo y no se vean rayas de sangre. Al mismo tiempo, las mujeres embarazadas deben prestar atención a comer hígado de cerdo con moderación y no comer demasiado.