¿Cuáles son los tabúes sobre la carne de perro guisada?
Compendio de Materia Médica" afirma: La carne de perro "genera calor, irritación, flema y sed. Los pacientes con deficiencia de yin y calor interno, exceso de flema y fuego excesivo deben tener cuidado de no comerla". La investigación médica moderna muestra que los pacientes con hipertensión, secuelas de un accidente cerebrovascular, enfermedades cardíacas graves, arritmia, hipertiroidismo, gastritis, disentería, úlceras, tuberculosis, bronquiectasias y otras enfermedades no deben comer carne de perro.
La carne de perro no se debe comer con almendras y ajo. Además, la carne de perro no debe comerse con castañas de agua, frijoles mungo y otros productos de soja, ya que de lo contrario puede provocar fácilmente distensión abdominal y otras reacciones irreacciones. Comer carne de perro es rico en proteínas y el té es rico en ácido tánico. La combinación de ambos puede ralentizar la motilidad gastrointestinal y provocar estreñimiento, lo que provoca que las sustancias tóxicas de las heces permanezcan en los intestinos durante demasiado tiempo, afectando así la salud humana.
El hígado de perro es rico en vitamina A, y su consumo excesivo también puede provocar intoxicaciones.
Una encuesta muestra que comer 47 gramos de hígado de tiburón a la vez puede provocar intoxicación, y comer más de 50 gramos de hígado de perro provocará los mismos síntomas. El paciente presentó dolor de cabeza intenso, anorexia evidente, náuseas, mareos y debilidad, y la piel del rostro mostró descamación escamosa, que comenzó alrededor de las comisuras de la boca y luego se extendió a todo el rostro. Para prevenir la intoxicación por vitamina A, le recomendamos comer menos o no comer hígado de perro.