¿Qué pasó con esta bolsa?

Maldita sea, es una bolsa. Puede ser que las glándulas anales de tu perro estén inflamadas. Lo mejor es acudir a un hospital de mascotas para recibir tratamiento. Maldita sea, es un bulto. Probablemente se deba a que el perro tiene una hernia. Si un parásito muerde el trasero de un perro, le crecerá un bulto grande. Debes llevar a tu perro a desparasitación interna y externa lo antes posible. ¿Qué pasa con las bolsas? 1. Cuando las glándulas anales de un perro están inflamadas, hay una glándula anal a ambos lados del ano del perro entre las cuatro y las ocho en punto. Generalmente, las glándulas anales se aprietan una vez a la semana y la esteticista apretará al perro cuando se bañe. Si no aprieta las glándulas anales durante mucho tiempo o come de manera inadecuada, las glándulas anales se inflamarán, se hincharán, se agrandarán y finalmente se romperán. Los perros mayores pueden tener tumores en las glándulas anales.

Si se trata de una fase avanzada de inflamación de la glándula anal, esta puede romperse y supurar pus, así que no te preocupes. Así es como se desarrolla un quiste. Generalmente, si está blando, se puede hacer una incisión para drenar el pus y luego enjuagarlo todos los días para reducir la inflamación y sanar más rápido. Lo mejor es acudir a un hospital de mascotas para recibir tratamiento.

2. Joder, es un bolso. La mayoría de los perros tienen hernias, que suelen ser bastante grandes. Es posible que pueda sentir sus intestinos cuando los toque.

3. Si un parásito muerde el trasero de un perro, le crecerá una bolsa grande. En general, las protuberancias provocadas por las picaduras de parásitos no son muy grandes. Para ser más precisos, es un trabajo duro y básicamente no es gran cosa. El perro puede lamerse o frotarse el trasero. Tras descubrir esta situación, el criador deberá llevar al perro a desparasitación interna y externa lo antes posible.