¿Cómo tratar a un perro con moquillo canino? Tratamiento casero para el moquillo canino
El virus daña el cerebro y se manifiesta con síntomas neurológicos como epilepsia, dar vueltas en círculos, postura anormal de pie, marcha inestable, ataxia y contracciones paroxísticas de los músculos masticatorios y las extremidades. El pronóstico para este tipo de moquillo canino neurológico es mayoritariamente malo. La enfermedad tiene una alta tasa de mortalidad en los cachorros, alcanzando tasas de mortalidad del 80 al 90 por ciento. Pueden producirse síntomas como neumonía, enteritis e intususcepción.
El tratamiento del moquillo canino sigue el nivel actual de la medicina para mascotas. Actualmente no existen fármacos ni métodos eficaces para tratar el moquillo canino. Cuando un perro se infecta con moquillo canino, se suele dar tratamiento sintomático. En primer lugar, una vez que se descubre una gaita infectada, se debe aislar y tratar lo antes posible para prevenir una infección secundaria. Esta es la clave para mejorar la tasa de curación.
Para tratar a los perros sintomáticamente es necesario suplementar azúcar, rehidratar, reducir la fiebre, prevenir infecciones secundarias, reforzar la alimentación y el manejo, etc., lo que repercutirá positivamente en el tratamiento del moquillo canino. En la etapa inicial, puede intentar inyectar suero contra el moquillo canino o suero de perro (o sangre completa) por vía intramuscular o subcutánea en el perro. Por supuesto, la dosis de suero debe determinarse según la condición y el tamaño del perro. Por lo general, se usan de 5 a 10 ml y, al mismo tiempo, se usa suero de alta inmunidad para el tratamiento y se usa una inyección de polvo liofilizado anti-dulce. Esto también ayudará a mejorar la eficacia del tratamiento. Por supuesto, el método de uso debe ser disolver el antivirina en 20 ml de solución salina normal o agua para inyección antes del tratamiento e infundir de 2 a 4 frascos por vía intravenosa para perros de tamaño mediano. La dosis se puede reducir según corresponda.
Los antivirulentos también se pueden inyectar por vía intramuscular y se deben utilizar antibióticos (como penicilina, estreptomicina, etc.) en las primeras etapas de la enfermedad, lo que es de gran importancia para prevenir infecciones bacterianas secundarias y recuperar perros enfermos. .