¿Cómo se debe tratar la pulpitis? ¿Crees que es extraño?
La pulpitis es una inflamación causada por bacterias o toxinas que invaden la pulpa dental ubicada en el centro del diente. Es principalmente un dolor espontáneo y paroxístico. Clínicamente, a menudo se divide en pulpitis reversible, pulpitis irreversible, degeneración pulpar y necrosis pulpar, y la mayoría de ellas se tratan mediante extirpación de la pulpa. Debido a la falta de suficiente circulación colateral, una vez que la pulpa se inflama, no puede eliminarse por sí sola y es necesario extirparla para aliviar los síntomas. Además, es necesario eliminar el material infeccioso de la cavidad medular y luego llenar el tubo de sellado con materiales biocompatibles para evitar la reinfección. El método más representativo a este respecto, que también se utiliza ampliamente en la clínica, es el tratamiento de conducto, también llamado tratamiento de conducto moderno.
Con un tratamiento oportuno y eficaz, el diente afectado generalmente puede conservarse y seguir realizando funciones masticatorias sin dolor. Sin embargo, si no se trata a tiempo, la infección se expandirá aún más, provocando periodontitis apical e incluso eventualmente provocará la pérdida y extracción del diente. El síntoma típico de la pulpitis es el dolor, pero se puede dividir en pulpitis reversible, pulpitis aguda y pulpitis crónica según la gravedad del dolor, las diferentes respuestas a la estimulación y el examen dental detallado. La pulpitis reversible significa que la recuperación es posible. En este caso, tras el criterio profesional, cuando se considera posible la recuperación, generalmente se ha agotado la causa de la pulpitis reversible. La causa común es la caries, la eliminación del tejido deteriorado y luego la restauración de un ambiente cómodo y restaurable para la pulpitis. También se puede restaurar con medicamentos, seguidos de empastes simples.
Si se trata de pulpitis aguda, significa que el dolor es intenso y urgente. En el caso de la pulpitis aguda, el primer paso es abrir la pulpa y drenarla, para poder aliviar la inflamación aguda o, de forma poco profesional, puede convertirse en pulpitis crónica. Tanto la pulpitis crónica como la pulpitis aguda que se transforma en pulpitis crónica requieren tratamiento de conducto. El tratamiento de conducto equivale a limpiar el material infectado en la cavidad, rellenarlo con material permanente y luego rellenarlo y repararlo.
La pulpitis se puede dividir en pulpitis aguda y pulpitis crónica. El dolor espontáneo puede ocurrir independientemente del tipo de pulpitis, el dolor puede agravarse con el frío o el calor y el dolor puede ser causado por la impactación de los alimentos. Por eso, en tu dieta diaria, ten cuidado de no hacer demasiado frío, demasiado calor para estimular la pulpa y no incrustar comida en los agujeros. No comas alimentos a base de pescado ni calientes, ni tampoco puedes comer alimentos fritos. Provocará calor interno y agravará el dolor pulpar.