Peligros dentales

Se trata claramente de un absceso periapical crónico. Un absceso periapical puede formar un seno gingival a través del hueso alveolar y la mucosa, o un seno dérmico a través de la piel. El absceso periapical crónico es un absceso formado por necrosis y licuefacción de las células centrales en el granuloma apical crónico. O el absceso periapical agudo no se trata por completo y el pus atrapado en la punta de la raíz queda envuelto por el tejido conectivo fibroso circundante.

El absceso periapical se desarrolla a partir de un granuloma periapical crónico o de un absceso periapical crónico. Los quistes radix crecen lentamente y no presentan síntomas. Los dientes pueden ser amarillos o gris oscuro, opacos y pueden sentirse incómodos cuando se les percute, pero no responden al frío, al calor ni al electrodiagnóstico. Los quistes varían en tamaño. Cuando se vuelven más grandes, el tejido blando correspondiente en la punta de la raíz. se hinchará, pero la superficie no se enrojecerá, la compresión es elástica y se siente como una pelota de tenis de mesa. Cuando el quiste es demasiado grande, comprime y absorbe los huesos circundantes, lo que puede provocar el aflojamiento de los dientes o comprimir los adyacentes. los dientes absorban las raíces de los dientes o hagan que los dientes adyacentes se muevan. Las radiografías muestran un área circular radiolúcida en el ápice de la raíz del diente afectado con un límite claro y una línea blanca alrededor, lo cual es una base importante para el diagnóstico.

Recomendaciones

Lo mejor es acudir al hospital a tiempo para realizar el drenaje pulpar, el lavado y la medicación en el diente afectado. El tratamiento de conducto solo se puede realizar una vez completada la inflamación. .