¿Cuáles son los principales síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal en gatos?
Según el área de la enfermedad intestinal y el tipo principal de infiltración de células inflamatorias, la EII se puede dividir en EII sexual linfocítica-plasmocítica, eosinófila, granulomatosa, purulenta (neutrófila) e histiocítica. Los más comunes son los linfocitos-células plasmáticas.
Fisiopatología
Las investigaciones sobre la etiología y el proceso patológico de la EII felina están incompletas. Las investigaciones actuales muestran que su patogénesis está relacionada con múltiples factores, incluyendo la genética, el ambiente microbiano intestinal, la respuesta inmune, la deficiencia secundaria de cobalamina, etc.
Patrimonio
La susceptibilidad genética puede desempeñar un papel importante a la hora de determinar si un gato individual desarrollará EII, pero aún no se ha descubierto que la enfermedad tenga preferencia de especie.
Entorno microbiano intestinal
Existen diferencias obvias en la composición de los microorganismos de la mucosa intestinal entre gatos sanos y gatos con EII, pero esta diferencia no es regular.
Respuesta inmune
Las respuestas inmunes anormales causadas por bacterias, sus metabolitos y ciertos componentes de los alimentos pueden desempeñar un papel importante en el proceso patológico de la inflamación crónica de las mucosas.
Manifestaciones clínicas Las manifestaciones clínicas de los gatos con EII no son específicas, y el síntoma principal son los vómitos crónicos intermitentes. Otros signos clínicos incluyen pérdida de peso y anorexia, y los síntomas menos comunes incluyen polifagia intermitente y diarrea.
Diagnóstico En 2010, la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA) propuso criterios de diagnóstico para la EII (consulte la tabla a continuación).
Debido a que los síntomas gastrointestinales crónicos de la EII no son específicos, el diagnóstico se realiza principalmente mediante el método de eliminación. El hecho de que los gatos con EII también puedan padecer otras afecciones complica aún más el proceso de diagnóstico diferencial.
Tarifas del examen
Se pueden descartar otras enfermedades mediante las siguientes pruebas para ayudar a diagnosticar la enfermedad inflamatoria intestinal.
Examen por imágenes
Generalmente, se pueden utilizar rayos X, ecografía B y otros métodos de examen para comprobar si los gatos tienen masas anormales visibles, enfermedades pancreáticas, enfermedades intestinales, etc.
Biopsia y examen histopatológico
Bajo la premisa de que se han descartado otras enfermedades, se puede utilizar una biopsia gastrointestinal y un examen histopatológico para confirmar aún más el diagnóstico. Los métodos de muestreo de biopsia incluyen muestreo endoscópico y exploración abierta. El primero es menos dañino para el cuerpo y es rápido de operar, pero el tamaño de la muestra es pequeño y es difícil obtener una capa completa de tejido intestinal; el segundo es dañino para el cuerpo, pero es fácil obtener una capa completa; muestra intestinal en capa.
La EII sólo se puede diagnosticar cuando se demuestra una infiltración de células inflamatorias en la mucosa intestinal. Es necesario prestar atención a si existen cambios estructurales en la mucosa intestinal (atrofia de las vellosidades intestinales, fusión de las vellosidades intestinales, etc. Para el diagnóstico de EII, estos cambios estructurales son más significativos que la infiltración de linfocitos y células plasmáticas).
La EII y el linfoma intestinal tienen lesiones ileales y es necesario distinguirlos. Por lo tanto, es necesario centrarse en el examen del íleon y, en ocasiones, combinarlo con otros resultados del examen (examen físico, diversos indicadores del examen, etc.) para emitir un juicio integral.
El objetivo del tratamiento de la EII es reducir o eliminar los síntomas clínicos (anorexia, vómitos, diarrea, pérdida de peso, etc.). ) y corregir reacciones anormales del sistema inmunológico gastrointestinal. Las estrategias de tratamiento específicas incluyen reducir la estimulación antigénica, reducir la respuesta inflamatoria del sistema inmunológico gastrointestinal y tratar los síntomas.
En el caso de la EII de células linfocitoplasmáticas, podemos tratarla gradualmente combinando intervención dietética, tratamiento con antibióticos e inmunosupresión. Para la EII neutrofílica o eosinófila, antes de usar inmunosupresores, la presencia de factores infecciosos debe descubrirse activamente y resolverse de manera oportuna.
Intervención dietética
La intervención dietética es la primera opción para el tratamiento de la EII de células linfocitoplasmáticas.
Suele haber dos opciones:
①Dieta altamente digerible e hipoalergénica (una sola proteína, un solo carbohidrato);
②Dieta de proteínas hidrolizadas.
Terapia con antibióticos
Se ha confirmado que los antibióticos de amplio espectro tienen un efecto positivo en la EII, y el metronidazol se utiliza habitualmente en clínica.
Control inmunológico
A excepción de la colitis de células linfocíticas plasmáticas, la terapia inmunomoduladora es el tratamiento preferido para la EII. La prednisolona se usa comúnmente y debe combinarse con alimentos hipoalergénicos recetados.
Además, la budesonida, un potente glucocorticoide tópico, se utiliza ampliamente para tratar la enfermedad de Crohn (un tipo de EII) en humanos. Los estudios demuestran que la budesonida también es eficaz en gatos con EII.
Cuando el tratamiento con glucocorticoides no puede producir resultados satisfactorios, se pueden añadir inmunosupresores (clorambucilo, azatioprina, etc.) según el plan de tratamiento original. Durante la medicación, es necesario controlar la cantidad de neutrófilos en la sangre del gato afectado. Si hay una reducción, se debe suspender el medicamento o reducir la dosis según corresponda.
Tratamiento sintomático
Se pueden utilizar antieméticos y aperitivos según convenga.
Los gatos con EII linfocítica-plasmocítica generalmente se pueden controlar bien con una combinación de medicamentos e intervención dietética, pero la mayoría de los gatos no se recuperan por completo y necesitan tomar medicamentos recetados de por vida. Cabe señalar que para algunos tipos de EII, el tratamiento puede no ser eficaz. Por ejemplo, la EII eosinofílica suele tener características neoplásicas, infiltra otros tejidos y órganos y tiene un pronóstico muy malo.
Si un gato se complica con una enfermedad hepatopancreática, el pronóstico es preocupante.
Puntos de cuidado: Los padres deben seguir los consejos del médico y proporcionar alimentos prescritos o hipoalergénicos, fármacos inmunosupresores, antibióticos, etc. Cabe señalar que los medicamentos inmunosupresores tienen un efecto inhibidor tanto de la respuesta inmune normal como de la anormal. Se debe tener cuidado para prevenir diversas infecciones y someterse a exámenes periódicos.
Si el cuadro reaparece, busque tratamiento médico lo antes posible y no ajuste la dosis sin autorización.