Las naranjas asadas restauran el sabor.

Sí.

Asar una naranja hasta que la piel esté dorada, cortarla por la mitad y pelarla sin quemarla, triturar la pulpa, añadir un poco de azúcar moreno y mezclar bien antes de comer.

Las naranjas asadas tienen efectos disolventes de flemas y alivio de la tos, fortalecedoras del bazo, apetecibles y laxantes. Las naranjas asadas tienen un sabor agridulce y son naturalmente frescas. Son especialmente adecuadas para síntomas como picazón de garganta, tos fría, falta de flema o flema blanca y bronquitis.