La mejor y más rápida manera de cepillarse los dientes es hacerlos más blancos.
2. Cepilla tus dientes con agua con sal y soda. Mezcla la sal y el agua de manera uniforme, sumerge una pequeña cantidad en el cepillo de dientes y cepilla tus dientes suavemente durante 3 a 5 minutos.
3. Contiene jugo de limón. Mantenga el jugo de limón en la boca durante 3 a 5 minutos, lo que puede eliminar eficazmente el sarro y las manchas en la superficie del diente y tiene un buen efecto de blanqueamiento dental.
4. Cepilla tus dientes con levadura de fresa. Muele las fresas hasta obtener una pasta, mézclalas con levadura, usa un cepillo de dientes para aplicar uniformemente la mezcla sobre la superficie del diente, cepillala después de 3 a 5 minutos y enjuágate la boca.
5. Frote los cacahuetes, mastíquelos en trozos y métalos en la boca durante 3 minutos. Los oligoelementos del maní son beneficiosos hasta cierto punto para blanquear los dientes.
6. Contiene vinagre blanco. Pon el vinagre en tu boca durante 1-3 minutos, escúpelo y luego lávate los dientes. Este método funciona bien a corto plazo, pero los dientes se sentirán doloridos y entumecidos, por lo que no es adecuado para un uso prolongado.