¿Hay que blanquear el chayote salteado?

El chayote salteado no necesariamente necesita ser escaldado. Blanquearlo o no depende del gusto personal y de los hábitos culinarios.

El chayote es una verdura crujiente, deliciosa y nutritiva. Al freír chayote, algunas personas optan por blanquearlo primero, pensando que así se puede quitar la astringencia del chayote y hacerlo más tierno. El proceso de escaldado consiste en calentar brevemente el chayote en agua hirviendo, luego retirar y escurrir.

Sin embargo, también hay muchas personas que lo fríen directamente sin pasar por el paso de escaldado, pensando que así se puede conservar mejor el sabor y textura original del chayote. Cabe señalar que si optas por freír directamente sin escaldar, es posible que tengas que extender ligeramente el tiempo de fritura para asegurar que el chayote esté completamente cocido. Al mismo tiempo, independientemente de si está blanqueado o no, elegir chayote fresco y en buen estado y lavarlo cuidadosamente para eliminar impurezas y residuos de pesticidas en la superficie es la clave para garantizar el sabor y la seguridad del platillo.

Consejos para la compra de chayote

1. Apariencia: Elija chayote con una superficie lisa y sin desniveles o daños evidentes. Evite elegir chayote con arrugas o decoloración en la piel.

2. Peso: Al coger el chayote con las manos, este debe sentir cierto peso, lo que indica que la pulpa del melón está tersa e hidratada.

3. Sonido de golpeteo: Golpea el chayote suavemente con los dedos. Debe emitir un sonido crujiente en lugar de un sonido sordo, lo que significa que la carne del melón está tierna y jugosa.

4. Cola: Observa la cola del chayote. Debes elegir una que esté seca y no tenga signos de podredumbre. Si hay podredumbre o moho en la punta, puede significar que todo el melón se ha echado a perder.

5. Olor: Huele el chayote, debe tener una fragancia fresca. Si hay un olor extraño o rancio, es posible que el melón se haya echado a perder.