Tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal canina
2. El metronidazol es un antibiótico ampliamente utilizado en la EII. Puede usarse para matar algunas bacterias gastrointestinales, ayudar a mejorar los síntomas clínicos, matar protozoos y suprimir las respuestas inmunes. Su efecto sobre el sistema inmunológico lo convierte en un buen fármaco antiinflamatorio para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal. Tylenol es otro antibiótico que se puede utilizar para tratar la EII. Su mecanismo de acción aún no está claro, pero tiene ciertos efectos en algunos perros con síntomas gastrointestinales leves.
3.Glucocorticoides. Dependiendo de la dosis, los corticosteroides (como la prednisona) tienen efectos antiinflamatorios e inmunosupresores. Son una parte importante de su plan de tratamiento de EII. Al suprimir el sistema inmunológico, ayudan a controlar la afluencia de glóbulos blancos y la inflamación de la pared gastrointestinal causada por los glóbulos blancos. La dosis inicial suele ser alta y luego se reduce gradualmente durante semanas o meses según la respuesta al tratamiento.
4. Sulfasalazina. Este es un medicamento antiinflamatorio que actúa principalmente en el colon y, por lo tanto, se usa para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal del tracto gastrointestinal inferior.
5. Otros fármacos inmunosupresores. Existen muchos otros medicamentos que pueden usarse para inhibir el sistema inmunológico. La azatioprina es uno de esos fármacos. Su mecanismo de acción es diferente al de los corticosteroides, pero también inhibe el sistema inmunológico y reduce la inflamación de la pared intestinal. Los casos graves a veces requieren politerapia con fármacos inmunosupresores. Si los efectos secundarios son graves, es posible que sea necesario reducir la dosis de corticosteroides.
Prevención y cuidados domiciliarios
El Dr. Paw Paw recuerda que el mejor tratamiento es una combinación de cuidados domiciliarios y atención veterinaria profesional. El seguimiento es fundamental, especialmente si la condición de su mascota no mejora rápidamente.
1. Seguir estrictamente las instrucciones del médico. Si tiene preguntas sobre la dosis de ciertos medicamentos, informe a su veterinario de inmediato.
2. Sigue estrictamente las recomendaciones dietéticas que te indique tu veterinario. Solo necesita alimentar a su mascota con el alimento recetado, lo que significa que todas las golosinas (a menos que estén hechas con la misma fórmula que la nueva dieta), las sobras de la mesa, los juguetes para masticar naturales o los juguetes con sabores deben estar prohibidos o no usarse. Incluso se deben evitar las vitaminas con sabor o las pastillas con sabor para las infecciones estomacales, ya que a menudo contienen fuentes de proteínas a base de carne de res o pollo. Si su mascota no se adapta a la nueva dieta o no come lo suficiente, asegúrese de comunicárselo a su veterinario. En algunos casos, también es necesario considerar la palatabilidad. Puedes preparar una receta casera especial para tu perro con la ayuda de tu veterinario o nutricionista. La recuperación del perro depende de una ingesta nutricional adecuada, que debe ser vigilada. Puede pedirle a su veterinario que le brinde pautas de alimentación precisas para asegurarse de que su mascota obtenga la cantidad adecuada de calorías todos los días.
3. El seguimiento después de las primeras 2-4 semanas de tratamiento es muy importante ya que la dosis del medicamento puede reducirse gradualmente dependiendo de la respuesta clínica de la mascota al tratamiento. Los corticosteroides deben reducirse gradualmente durante varios meses y nunca deben suspenderse repentinamente, ya que pueden enfermar a su mascota. Si la EII recae, para algunos animales esto significa un tratamiento de por vida. Los perros que reciben azatioprina u otros medicamentos inmunosupresores también deben someterse a un hemograma completo cada dos semanas para controlar el recuento de glóbulos blancos o plaquetas. Si el recuento disminuye, puede deberse a un efecto secundario del medicamento. Cabe señalar que la azatioprina no se puede utilizar en gatos debido a los efectos secundarios.
4. Los animales con indicadores bioquímicos anormales también deben recibir análisis de sangre de seguimiento para evaluar si la función sanguínea del perro ha mejorado.
Debido a que el uso de medicamentos inmunosupresores aumenta el riesgo de infecciones secundarias, los medicamentos deben usarse con precaución. Las infecciones ocurren con mayor frecuencia en el tracto urinario, el tracto respiratorio y la piel.
Si nota síntomas como orina tirante o con sangre, piel enrojecida, irritada o con picazón, tos o secreción nasal, estos pueden ser signos de infección. Si se produce alguno de los síntomas anteriores, comuníquese con su veterinario de inmediato.
6. Algunos efectos secundarios de la terapia con corticosteroides en dosis altas son predecibles, por ejemplo: los animales beberán más agua, orinarán más, tendrán mayor apetito y pueden jadear más violentamente de lo normal. Además, los efectos secundarios incluyen molestias gastrointestinales, incluso sangrado o formación de úlceras, que pueden manifestarse como vómitos, diarrea, heces oscuras o debilidad general. Debido a que estos síntomas pueden ser similares a los causados por la EII, los veterinarios deben estar conscientes de estos problemas. Además, debes prestar especial atención a los cambios o empeoramiento de los síntomas clínicos de tu perro.
7. La terapia con sulfadiazina también tiene algunos efectos secundarios, que pueden incluir pérdida de apetito, vómitos y conjuntivitis (KCS), que reducirán la producción de lágrimas. El veterinario debe medir periódicamente la producción de lágrimas de los perros que reciben este medicamento. Si nota síntomas como secreción, enrojecimiento, parpadeo excesivo o frotamiento de los ojos, comuníquese con su veterinario de inmediato.