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¡No se deben ignorar los síntomas y el tratamiento de la pancreatitis felina!

La pancreatitis felina solía considerarse clínicamente rara y los alimentos con alto contenido de grasa comenzaron a convertirse en un alimento básico en la dieta de los gatos. La pancreatitis es cada vez más reconocida como una de las enfermedades comunes en los gatos. La pancreatitis se divide en dos tipos: aguda y crónica. Estos dos tipos de pancreatitis tienen características y manifestaciones clínicas diferentes, incluso en el prediagnóstico de la enfermedad. Los síntomas y características de la pancreatitis felina son 1. Pancreatitis aguda: la pancreatitis aguda en gatos oscila entre las 4 semanas y los 18 años. A menudo ocurre en gatos domésticos de pelo corto y gatos de pelo largo, pero no es fácil tener relaciones sexuales. Los síntomas comunes son falta de energía, anorexia y pérdida de peso, mientras que síntomas como vómitos, diarrea, estreñimiento, deshidratación, ascitis y disnea son muy variables y no necesariamente ocurren. Si se acompaña de diabetes, aparecerán síntomas de polidipsia, polifagia y poliuria. Los gatos pueden presentar síntomas de deshidratación, como enfermedad hepática y marcas amarillas. Tocar la parte superior del abdomen no necesariamente causa dolor. En algunos casos, se puede palpar una masa desconocida en el abdomen o causar dolor. 2. Pancreatitis crónica: al igual que la pancreatitis aguda, la pancreatitis crónica no presenta síntomas clínicos específicos. En general, se cree que la mayoría de las pancreatitis no presentan síntomas clínicos. Si hay síntomas clínicos, en su mayoría son inespecíficos, como letargo, anorexia, pérdida de peso, etc. Si se complica con una enfermedad inflamatoria intestinal, pueden producirse heces blandas o diarrea. Si la enfermedad inflamatoria intestinal se propaga al estómago, pueden producirse vómitos crónicos. Si tiene hepatitis biliar, es posible que tenga marcas amarillas.

Medidas diagnósticas de la pancreatitis felina 1. Serología: examen bioquímico del suero: los niveles elevados de amilasa y lipasa se utilizan a menudo como indicadores diagnósticos de pancreatitis felina. Se tomó sangre de gatos infectados y se utilizó centrifugación anticoagulante para detectar los niveles de amilasa y lipasa en el suero. Sin embargo, incluso si en algunos casos se produce pancreatitis, los niveles de estas dos enzimas no excederán el estándar. Actualmente, en el diagnóstico clínico se han utilizado pruebas específicas para la pancreatitis, como el péptido activador de tripsinógeno y la lipasa pancreática específica. 2. Radiografía: las anomalías que se pueden encontrar en las películas de rayos X de pancreatitis aguda felina incluyen pérdida de detalles en la superficie serosa, aumento de la opacidad de la imagen en la parte anterior derecha del abdomen y desplazamiento del duodeno hacia el lado ventral o derecho. La incidencia de pancreatitis felina complicada con embolia pulmonar es alta. Las radiografías de tórax pueden revelar imágenes anormales como derrame pleural, edema pulmonar o neumonía. 3. Ultrasonido B: el examen ecográfico muestra una imagen agrandada e hipoecoica del área pancreática, y se pueden observar lesiones vacuolares, como abscesos o pseudoquistes, dilatación del conducto pancreático, dilatación y relajación duodenal, dilatación de la vía biliar, ascitis, etc. El examen por ultrasonido B de la pancreatitis es difícil y el páncreas normal es difícil de detectar. Cuando la ecografía revela anomalías en las imágenes pancreáticas, también se debe evaluar la posibilidad de hiperplasia pancreática y tumores pancreáticos. La aspiración con aguja fina se puede realizar en lesiones de la cavidad pancreática para ayudar a diferenciar entre pseudoquistes y abscesos, tumores pancreáticos y pancreatitis.

Medidas de tratamiento de la pancreatitis felina 1. Terapia médica: la terapia médica se centra en la atención sintomática y de apoyo, incluida la fluidoterapia, la terapia con electrolitos, la nutrición, los antieméticos, la analgesia, la terapia con antibióticos y el tratamiento de cualquier posible factor subyacente. 2. Terapia alimentaria: la pancreatitis felina suele provocar anorexia y pérdida de peso. Para evitar estimular la secreción de líquido exocrino pancreático, las personas deben ayunar durante mucho tiempo, pero si ayunan más de 3 días, deben proporcionar una nutrición y calorías adecuadas para prevenir o mejorar la desnutrición y la posible enfermedad del hígado graso. Los gatos que vomitan o tienen dolor abdominal deben evitar la administración oral. La nutrición se puede administrar por vía enteral o mediante la colocación no quirúrgica de una sonda nasoesofágica o gástrica. Si tiene apetito pero no vomita, puede elegir alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas para alimentarlos directamente.