Tratamiento del sarcoma sinovial

El tratamiento del sarcoma sinovial es principalmente la escisión quirúrgica, buscando una resección amplia. Si los vasos sanguíneos están invadidos, es necesario resecarlos juntos, lo cual es incompleto y tiene una alta tasa de recurrencia local. La enfermedad se transmite fácilmente a los pulmones a través de la circulación sanguínea y también presenta metástasis linfáticas. Si los ganglios linfáticos que drenan son grandes, se debe realizar una disección de los ganglios linfáticos al extirpar el tumor. La tasa de supervivencia a 5 años de esta enfermedad es del 20 al 50%. Si la resección local es incompleta, se puede utilizar radioterapia. Actualmente la eficacia de la quimioterapia es incierta. El sarcoma sinovial es un tumor altamente maligno. Debido a la etapa tardía de la metástasis a distancia, la gravedad de la enfermedad varía y el pronóstico es relativamente malo. Los medicamentos no tienen ningún efecto obvio sobre el sarcoma sinovial. Los medicamentos de quimioterapia solo se usan como tratamiento auxiliar posoperatorio y los antibióticos se usan para prevenir infecciones después de la cirugía.

1.

Si la terapia adyuvante no está disponible o la lesión no responde a la terapia adyuvante, el sarcoma sinovial requiere cirugía radical.

Si la lesión responde a la radioterapia preoperatoria y/o a la quimioterapia preoperatoria, la tasa de recurrencia tras la escisión local es inferior a 10. Para las lesiones profundas ubicadas cerca de las extremidades y alrededor del tronco, las tasas de recurrencia local siguen siendo altas después de la resección marginal, incluso con una respuesta satisfactoria al tratamiento adyuvante. Las pequeñas lesiones superficiales ubicadas en la parte distal son satisfactorias para el tratamiento neoadyuvante. Si se encuentran ganglios linfáticos locales anormales a la palpación, indica la posibilidad de metástasis y el riesgo de recurrencia es bajo. Se debe realizar una biopsia de los ganglios linfáticos antes de la cirugía. Si los ganglios linfáticos regionales han hecho metástasis, la enfermedad está en estadio III y el pronóstico es extremadamente malo.

Para los tumores pequeños en estadio I, la resección amplia es el método principal y la tasa de recurrencia es baja. Una vez que recae, se requiere una amputación extensa. Si el sarcoma sinovial no se diagnostica antes de la cirugía y el quiste ganglionar solo se extirpa dentro de la cápsula o en el borde, el tumor no se puede descubrir después de la cirugía y no se puede determinar su estadificación. Cuando el diagnóstico patológico es sarcoma, la lesión se ha extendido hasta el borde de la herida. El método de tratamiento consiste en esperar a que haya evidencia de recurrencia local antes de diseñar un plan quirúrgico. Las desventajas de este enfoque son que existe un riesgo moderado de metástasis y el rango de recurrencia es más amplio que antes, lo que retrasa el tratamiento. La desventaja de la radioterapia en áreas peligrosas para suprimir la recurrencia es que el rango de diseminación intraoperatoria es incierto, las células tumorales están dispersas en cicatrices hipóxicas y el efecto del tratamiento es peor. Radioterapia en las manos o los pies. Las cicatrices de la radioterapia pueden causar disfunción en las manos o los pies. La amputación extensa cerca de áreas de posible propagación aumenta la discapacidad pero es eficaz en el control de la enfermedad. El sarcoma sinovial gigante proximal en estadio II requiere tratamiento quirúrgico radical y la tasa de recurrencia es alta con escisión amplia o amputación. La radioterapia preoperatoria puede reducir significativamente la tasa de recurrencia. La terapia adyuvante es eficaz en este tumor porque el sarcoma sinovial es sensible a la radioterapia. El sarcoma sinovial puede metastatizar a los ganglios linfáticos regionales y a los pulmones distantes. Para el primero, la escisión local se realiza después de la radioterapia para los tumores de ganglios linfáticos para ganar tiempo para el control de la enfermedad. La quimioterapia es eficaz contra las micrometástasis.

2. Quimioterapia

La quimioterapia adyuvante en ocasiones puede producir buenos resultados, permitiendo a los pacientes a quienes se les deben amputar las extremidades someterse a una cirugía para conservarlas. La quimioterapia postoperatoria, como tratamiento final para las metástasis ganglionares locales y/o a distancia, sólo responde en algunos pacientes pero no puede lograr el control inmediato o a largo plazo de la enfermedad.

3. Radioterapia

La mayoría de los sarcomas sinoviales responden satisfactoriamente a la radioterapia adyuvante. Cuando la radioterapia se administra como tratamiento final o paliativo, a menudo resulta en la remisión de la enfermedad.