Etapa temprana de la plaga canina
Síntomas tempranos del moquillo canino:
Al principio era un tipo de fiebre bifásica de temperatura corporal, con síntomas similares a los de un resfriado, posteriormente mostraba bronquitis, neumonía y gastroenteritis neurológica. Los síntomas se observaron en el curso tardío de la enfermedad. Pueden ocurrir síntomas neurológicos como espasmos y convulsiones, y puede ocurrir hiperqueratosis local de la nariz y las almohadillas córneas.
Dentro de uno a tres días después de haber sido infectado con el virus, el primer síntoma del moquillo canino es un aumento de la temperatura corporal, que luego desaparece, como si se recuperara de un resfriado. Sin embargo, después de unos días, la temperatura corporal volvió a subir y la duración fue variable. Pueden aparecer lágrimas, las membranas oculares pueden enrojecerse e hincharse y el líquido ocular puede cambiar de líquido a pus. Hay líquido nasal que sale de la nariz. El líquido nasal parece seroso al principio y luego gradualmente se convierte en un líquido nasal purulento a medida que la afección empeora. La tos suele cambiar de tos seca a tos húmeda y dificultad para respirar. Estará acompañada de enfermedades intestinales como vómitos y diarrea ocasionales. Si no se trata a tiempo, eventualmente provocará una deshidratación grave y la muerte.
El moquillo canino sintomático del sistema nervioso suele aparecer unos 10 días después de los síntomas anteriores. Los casos clínicos de queratosis plantar y queratosis nasal a menudo causan síntomas neurológicos. Debido a que las partes del sistema nervioso central afectadas por el virus del moquillo canino son diferentes, los síntomas también son diferentes. En el tejido cerebral, el virus puede provocar síntomas neurológicos como ataques epilépticos, rotación, postura anormal de pie, marcha inestable, ataxia, espasmos paroxísticos de los músculos masticatorios y de las extremidades, etc. El pronóstico de este tipo de moquillo neurológico canino suele ser malo.
El virus del moquillo canino puede provocar daños en los espermatozoides oculares en algunos perros, manifestándose principalmente como conjuntivitis y queratitis. En casos graves, los perros pueden sufrir úlceras corneales, perforación y ceguera.
Una vez que se presentan los síntomas característicos del moquillo canino, el pronóstico clínico es extremadamente malo. Especialmente perros no vacunados. Aunque se adopta un tratamiento clínico sintomático, la progresión de la enfermedad es difícil de controlar y la mayoría de ellos mueren por síntomas y fallos neurológicos. Los perros que no se recuperan por completo suelen sufrir diversos grados de secuelas.
Si la situación es muy grave, hay que llevar al perro al hospital. Si quieres conocer más artículos sobre el moquillo canino, puedes hacer clic en “Cuáles son las secuelas del moquillo canino”.