El gato tiene gastroenteritis y no recibirá líquidos durante tres días. Toman quinina todos los días. Aunque pueden comer y beber, ¿por qué todavía les falta energía y siempre quieren dormir?
Al mismo tiempo, el gato disminuye el apetito o incluso deja de comer. Está muy inquieto y puede vomitar. Al mismo tiempo, también puede inducir otras enfermedades como cistitis anal, inflamación perianal, prolapso rectal o estenosis rectal.
Cuando un gato presenta los síntomas anteriores, lo mejor es llevarlo al médico lo antes posible para su diagnóstico y tratamiento. Tenga en cuenta que la elección de medicamentos y métodos de tratamiento para gatos debe consultarse y obtener el consentimiento del veterinario. Los padres no deben administrar medicamentos a gatos enfermos a voluntad.
En general, si un gato tiene gastroenteritis, puedes probar con un enema. Infundir en el recto agua tibia, solución de bicarbonato de sodio al 5%, aceite de oliva (adecuadamente diluido en agua tibia) o glicerina (diluida 2 veces con solución salina fisiológica, usar 10-20 ml según el peso del gato). Este tratamiento debe ser realizado por un médico profesional, o el recto y el ano del gato deben enjuagarse con solución salina normal, solución de peróxido de hidrógeno o solución de Rivanol al 0,1% y luego cubrirse con un compuesto de yodo, glicerina o ungüento Fusong, 3 veces al día.
Además, también puedes dárselo a los gatos tres veces al día, 0,3-0,5 g cada vez, combinado con algunos fármacos mezclados con almidón, lipasa, lactasa y pepsina, que pueden ayudar a los gatos a digerir sus estómago y aliviar las molestias gastrointestinales, para ayudar a los gatos a recuperarse lo más rápido posible.