Linfoma linfocítico maligno

Linfoma Maligno

Tumor maligno que se origina en los ganglios linfáticos y otros órganos. Es causada por la proliferación maligna de linfocitos e histiocitos. Según las diferentes características patológicas, se puede dividir en enfermedad de Hodgkin (EH) y linfoma no Hodgkin (LNH). La EH se puede dividir en cuatro tipos: tipo con predominio de linfocitos, tipo de esclerosis tuberosa, tipo de células mixtas y tipo de agotamiento de linfocitos (este tipo tiene el peor pronóstico). Sin embargo, el LNH no tiene una clasificación unificada. Se divide en tres grupos según la morfología, los marcadores inmunológicos y la malignidad, y cada grupo se divide en varios tipos. Clínicamente se divide en cuatro etapas según el alcance de la enfermedad. En términos generales, los pacientes con malignidad de bajo grado en los estadios I a II tienen mejores efectos curativos y pronóstico. Esta enfermedad no es infrecuente en mi país y su tasa de mortalidad ocupa el puesto 11 entre los tumores malignos. Puede presentarse a cualquier edad, especialmente en adolescentes, siendo el LNH el más común. La incidencia de la EH es significativamente menor que la de Europa y Estados Unidos, y similar a la de Japón. Las principales manifestaciones de esta enfermedad son fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, linfadenopatía generalizada y hepatoesplenomegalia. El diagnóstico se basa en el examen patológico de los ganglios linfáticos. La radiografía de tórax, la ecografía B y la tomografía computarizada pueden identificar lesiones profundas de los ganglios linfáticos y ayudar a la estadificación clínica. Si hay síntomas sistémicos en el momento del diagnóstico, es B; de lo contrario, es A. Los principios generales de tratamiento son: HD en estadio ⅰ y ⅱ y algunos pacientes con LNH en estadio ⅲ A, ⅰ y ⅱ reciben principalmente radioterapia, con quimioterapia combinada adecuada. ⅲB y ⅳ de HD. Los pacientes con LNH y enfermedad en estadio IV deben recibir principalmente quimioterapia combinada, complementada con radioterapia local; Si las condiciones lo permiten, se puede realizar un autotrasplante de médula ósea y quimioterapia intensiva para, con suerte, curar la enfermedad.