Historia de los bioflavonoides
El descubrimiento de los bioflavonoides tiene una larga historia. Ya a principios de la década de 1930, un químico medicinal europeo obtuvo accidentalmente un cristal blanco mientras estudiaba el extracto etanólico de la cáscara de limón y lo llamó "vitamina P". Dos años más tarde, el científico descubrió además que la vitamina P es en realidad una mezcla de bioflavonoides, no una sola sustancia, por lo que más tarde alguien cambió el nombre de vitamina P a citrulina. Según investigaciones posteriores, la citrulina contiene una variedad de bioflavonoides, cuyo componente principal es la hesperidina. El científico que descubrió por primera vez la vitamina P ganó el Premio Nobel de Química ocho años después. Desafortunadamente, no se han logrado avances sustanciales en la investigación medicinal sobre los bioflavonoides, incluido el citronol.
Los bioflavonoides atrajeron por primera vez la atención de la industria farmacéutica internacional como productos para la salud a finales de los años 80. Un fabricante francés de alimentos saludables ha tomado la iniciativa en el lanzamiento de un nuevo producto saludable con bioflavonoides líder en el mercado: "Pycnogenol". Es una mezcla de flavonoides extraídos de la corteza del "pino marino", una importante especie arbórea que crece a lo largo de la costa mediterránea de Francia. Debido a que Angelica dahuricae puede prevenir y tratar enfermedades cardiovasculares como la enfermedad coronaria y el infarto de miocardio, que son muy comunes en los países occidentales, las ventas han sido extremadamente altas desde su lanzamiento. Diez años después de su lanzamiento, los investigadores médicos clínicos continúan descubriendo que Angelica dahurica tiene muchos usos nuevos e interesantes, incluido el antiasma, la prevención de la arteriosclerosis cerebral y la trombosis cerebral causada por el tabaquismo prolongado y la reducción de la presión arterial. Según una investigación realizada por científicos, Angelica dahurica producida en Francia contiene componentes bioflavonoides extremadamente complejos, que incluyen: catequina, epicatequina, paclitaxel, proantocianidinas y sus mezclas de monómeros, diploides, triploides y poliploides. Son estos bioflavonoides complejos los que forman la base de los numerosos efectos farmacológicos de Angelica dahurica.