Pasarán unos días antes de que una gata esté en celo antes de que se le pueda aplicar una inyección dura.
Esto rara vez se hace a menos que sea solo una o dos veces, porque la medicación a largo plazo suprime el estro de la gata y el resultado es falta de apetito, mala condición, etc., o incluso la muerte.
El estro de una gata se ve afectado por su propio desarrollo, la estación, el clima, la luz solar, la lluvia y otros factores. En la naturaleza, los gatos no suelen entrar en celo, normalmente en primavera. Sin embargo, los gatos domésticos no son tan regulares porque están bien alimentados y se ven menos afectados por los cambios climáticos externos. Generalmente, los gatos de más de 7 u 8 meses entran en celo. Cuando una gata está en celo, maúlla y quiere salir a tocarse la cola. Los gatos machos también quieren salir durante el celo. Los dueños deben tener cuidado de no dejar que los gatos se pierdan, pelearán con otros gatos machos por el territorio o rociarán orina para marcar el territorio. Los gatos domésticos pueden entrar en celo con mucha frecuencia: algunos gatos entran en celo cada semana y los gatos más largos entran en celo cada 2 o 3 meses. Generalmente basta con acudir al hospital para su esterilización una vez finalizado el estro.