La pérdida de dientes no es un asunto baladí. ¡Presta atención para repararlo lo antes posible! ! !
El “asesino” número uno de la apariencia
La pérdida de dientes a largo plazo hará que los músculos del lado donde faltan los dientes se atrofien, provocando asimetría facial izquierda y derecha, y provocando en última instancia que la boca quede hundida e invertida, provocando un envejecimiento facial importante.
Habla arrastrada
Sin el control de los dientes, el flujo de aire generado al hablar se emitirá por los huecos, provocando problemas como dificultad para hablar, pronunciación inexacta y fugas de aire.
Desnutrición
La pérdida de dientes provocará una masticación insuficiente al comer, provocando desequilibrios en la absorción de nutrientes del organismo, provocando con el tiempo desnutrición.
Una gota, una gota.
La pérdida de dientes provocará un desequilibrio en las frecuencias de masticación izquierda y derecha, lo que a la larga puede provocar fácilmente caries dental, enfermedad periodontal e incluso exposición de la dentina, provocando pérdidas sucesivas de dientes.
Enfermedad de Alzheimer
Comer y masticar puede estimular las funciones cognitivas y de memoria del cerebro a través de la percepción y activación de los dientes. La falta de dientes a largo plazo puede provocar una falta de estimulación cerebral y aumentar el riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Hipertensión
La masticación insuficiente también puede provocar una ingesta reducida de vitaminas y otros nutrientes, un aumento de la ingesta de colesterol y ácidos grasos saturados y un mayor riesgo de hipertensión arterial.