¿Qué causa el linfoma?

El linfoma maligno es un tumor sólido que se origina en el tejido hematopoyético linfoide y se puede dividir en enfermedad de Hodgkin y linfoma no Hodgkin. Ocurre principalmente en jóvenes. El linfoma maligno puede invadir todos los ganglios linfáticos y tejidos linfoides, por lo que las manifestaciones clínicas son diversas y el desarrollo de la enfermedad también lo es. En la literatura de la medicina tradicional china, existen algunos registros similares al tratamiento del linfoma maligno en términos de "núcleo maligno", "núcleo de flema", "gangrena de piedra", "gangrena yin", "pérdida de gloria", etc. Puntos clave para el diagnóstico de linfoma maligno

1. Clínicamente, los pacientes típicos tienen linfadenopatía superficial progresiva indolora; los pacientes atípicos tienen principalmente linfadenopatía profunda. La fiebre es irregular, continua o cíclica; suele ir acompañada de otras partes además de los ganglios linfáticos, como amígdalas, nasofaringe, tracto gastrointestinal, huesos, piel, riñones o nervios, etc., y tiene los síntomas correspondientes. La mayoría de los pacientes presentan diversos grados de síntomas sistémicos, como fatiga, pérdida de peso, sudores nocturnos, picazón en la piel, pérdida de peso, anemia progresiva, etc. Los ganglios linfáticos inflamados son tan duros como el caucho y no tienen adherencias en la etapa inicial, pero pueden formar adherencias en la etapa posterior. La mayoría ocurre bilateralmente en el cuello, seguido de las axilas y la ingle. Los ganglios linfáticos profundos también pueden inflamarse y, si los tejidos linfoides mediastínico y torácico están afectados, puede causar síndrome de tumor mediastínico, infiltración pulmonar, atelectasia, infección pulmonar secundaria y derrame pleural. Algunos pacientes tienen hepatoesplenomegalia como primer síntoma, mientras que otros tienen dolor abdominal y masa abdominal como síntomas principales. Se pueden observar síntomas y signos correspondientes en los sitios primarios e infiltrativos del linfoma maligno.

2. El examen patológico debe tomar una biopsia de los ganglios linfáticos agrandados lo antes posible. La biopsia patológica generalmente se puede utilizar para la clasificación y el diagnóstico.

3. El examen de la médula ósea ayuda en el diagnóstico y la estadificación.

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5. El linfoma maligno debe diferenciarse de la linfadenitis crónica, la tuberculosis ganglionar y los tumores malignos con metástasis en los ganglios linfáticos cervicales. El diagnóstico puede confirmarse mediante una biopsia de ganglios linfáticos.

Materiales de referencia:

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