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¡Comer demasiado chicle no significa que te enojes!

Comer demasiado chicle no significa que te enojes, pero sí puedes enfermarte.

La mucosidad ocular, que es lo que solemos llamar “mucosidad ocular”, es un fenómeno fisiológico normal. Sin embargo, si la secreción es excesiva, llegando incluso a cubrir los ojos, o si cambia el color o la textura, esto puede ser un precursor de determinadas enfermedades oculares.

¿Por qué hay secreción ocular? Como todos sabemos, cuando los ojos lloran, no solo secretan lágrimas, sino que secretan lágrimas constantemente para humedecer los ojos. Además de agua, las lágrimas también contienen aceite, proteínas y otros componentes. Debido a que los ojos están en contacto con el mundo exterior durante mucho tiempo, es posible que haya algo de polvo mezclado en ellos. Estos ingredientes se siguen acumulando para formar chicle.

Cuando no hay enfermedad, la secreción es generalmente seca y granular, mayoritariamente de color blanco o amarillento. Después de una buena noche de sueño, es normal sentir un poco en el rabillo del ojo o entre los párpados, así que no te preocupes demasiado. En circunstancias normales, una vez secretadas las lágrimas, estas se descargan a través del conducto lagrimal. Pero si los conductos lagrimales están bloqueados y no se pueden drenar las lágrimas, estas se acumularán en el saco lagrimal. Con el tiempo, se desarrolla inflamación, lo que provoca un aumento de lágrimas y secreciones.

Clínicamente, en pacientes que presentan una obstrucción prolongada o en quienes el efecto de la intubación no es evidente, es necesario añadir una salida a la parte bloqueada de la cavidad nasal para drenar las lágrimas. La enfermedad de las vías lagrimales es difícil de curar por sí sola y puede evolucionar desde simples desgarros hasta dacriocistitis crónica y dacriocistitis aguda. Una vez que ocurre, puede causar riesgo de infección orbitaria e intracraneal, que incluso puede poner en peligro la vida en casos graves.

La estimulación ambiental, la fatiga ocular, la conjuntivitis y otras enfermedades oculares también pueden provocar un aumento de las secreciones oculares. Por ello, cuando se produce "demasiada mucosidad ocular", se recomienda acudir a tiempo a un hospital oftalmológico profesional para conocer la causa y realizar el tratamiento correspondiente.