¿Trasplantar pimenteros?
Apoya el tronco. Después del trasplante, se debe fijar el árbol para evitar que la copa se tuerza y fijar el sistema de raíces para facilitar el crecimiento de las raíces. Generalmente, el método de soporte de tres pilares se utiliza para sostener el árbol firmemente y garantizar su estabilidad. Por lo general, el árbol se puede eliminar después de un año, cuando su sistema de raíces se haya recuperado.
Gestión de agua y fertilizantes. Generalmente, de junio a septiembre la temperatura supera los 28°C y la humedad es baja la mayor parte del tiempo, que es el período más difícil de gestionar. Si un manejo inadecuado resulta en falta de agua en las raíces, la corteza se agrietará y el árbol morirá. En esta época el manejo debe prestar especial atención a: primero, protección solar; segundo, riego de raíces, tercero, manteniendo húmedo el tronco y las hojas; En primavera llueve mucho y las temperaturas son altas. En este momento lo principal es luchar contra el encharcamiento. En invierno se deben tomar medidas para protegerse del frío. Primero envuélvalo con una cuerda de paja para mantenerlo caliente.
Abonar después de la plantación. El árbol trasplantado estaba tan dañado que no se pudo aplicar fertilizante durante el primer año después de la siembra. Dependiendo del crecimiento del árbol, se debe aplicar estiércol de corral o fertilizante foliar en aerosol 2 o 3 veces a principios de la primavera y el otoño del segundo año para mejorar el nivel nutricional del árbol y promover su salud. Al mismo tiempo, evite que una fertilización excesiva dañe el sistema radicular y utilícela con precaución.
Prevención y control de plagas y enfermedades. Cuando los árboles son aserrados y trasplantados, hay muchas heridas, brotes y hojas tiernos, y los árboles tienen una resistencia débil y son susceptibles a plagas y enfermedades. Si no se presta atención a la prevención, las plagas o infecciones de los árboles pueden provocar la muerte rápidamente, por lo que se debe reforzar la prevención. Las ramas y hojas recién crecidas pueden causar fácilmente daño a los pulgones. Los pesticidas como carbendazim, tiofanato y acetónido de triamcinolona se pueden mezclar y rociar con una solución diluida 1200 veces para controlarlos. Se divide en tres etapas: abril, julio y septiembre. En cada etapa, el pesticida se pulveriza continuamente, una vez cada 7 días. En circunstancias normales, se puede lograr el propósito de prevención y control.