Las células cancerosas mutan a partir de células normales, entonces, ¿pueden las células cancerosas volver a la normalidad?
En primer lugar, las células cancerosas han alcanzado la inmortalidad. En circunstancias normales, las células normales tienen una vida útil. Las células normales sólo pueden dividirse durante unas 50 generaciones, después de las cuales dejarán de dividirse y avanzarán hacia el envejecimiento y la muerte. Las células cancerosas han adquirido habilidades de inmortalidad a través de diversos métodos, como mutaciones genéticas. Pueden dividirse, reproducirse y crecer indefinidamente, logrando así la inmortalidad.
En segundo lugar, las células cancerosas no escuchan a las células, tejidos u órganos normales, sino que siguen instrucciones. Siguiendo la planificación unificada del cerebro, su crecimiento y desarrollo siguen ciertas reglas y no crecerán al azar ni correrán de un lado a otro. Por ejemplo, si las manos o los pies de una persona crecen hasta cierta longitud, ya no crecerán. Si lo estimulas con algo como la hormona del crecimiento, sus brazos y piernas no volverán a crecer. Esto se debe a que todos los órganos y tejidos humanos tienen el mismo comandante: el cerebro. Sin embargo, las células cancerosas son diferentes. Las células cancerosas no tienen líderes ni gestión unificada. Crecen sin control. Mientras se les den suficientes nutrientes seguirán creciendo, y su crecimiento será irregular, sin ningún tipo de organización ni disciplina. Además, las células cancerosas pueden viajar a todas partes y por todo el cuerpo, provocando metástasis a distancia.
¿Pueden las células cancerosas regresar a tierra? ¿Pueden las células cancerosas dejar sus cuchillos de carnicero y convertirse en budas? Esto es básicamente imposible. En términos generales, después de que las células cancerosas mutan, pasan del orden al desorden, de la vida limitada a la inmortalidad. Además, las células cancerosas siguen creciendo. Afectadas por la radioterapia, la quimioterapia, la isquemia y la hipoxia, las células cancerosas todavía están evolucionando. Pueden adaptarse a ambientes hipóxicos y tolerar la quimioterapia, la radioterapia y la terapia dirigida. Por lo tanto, las células cancerosas siempre se mueven en una mala dirección, mutando en una dirección que les permite escapar del golpe y sobrevivir.
Sin ninguna intervención, es imposible que las células tumorales muten en células normales. Eres inmortal y estás fuera de control. ¿Aún quieres volver al tiempo original? En otras palabras, si se permite que las células tumorales crezcan sin tomar ninguna medida de tratamiento, es imposible que el tumor retroceda y sane por sí solo.
La terapia génica trae nuevas esperanzas, aunque las células cancerosas no tienen autonomía y no pueden volver a la normalidad. Sin embargo, algunos científicos están realizando algunas investigaciones con la esperanza de utilizar la tecnología genética para encontrar mutaciones genéticas clave o anomalías en las células cancerosas. Luego corregir artificialmente las anomalías de estos genes para lograr el propósito de tratar los tumores. Esta es la llamada terapia genética del cáncer. En términos generales, algunas terapias dirigidas ahora también entran en la categoría de terapia génica.