Métodos y precauciones de plantación en Milán
1. Suelo: Milán prefiere suelos sueltos y fértiles. El humus rico puede proporcionar nutrientes para el crecimiento de las plantas y un buen drenaje puede evitar que las raíces se inunden. Generalmente se prepara con tierra de turba y arena de río, en una proporción de 2:1. Si no dispone de tierra de turba, puede utilizar tierra de jardín y tierra de abono, dos partes cada una y una parte de arena de río.
2. Iluminación: Milan necesita una sombra adecuada durante la etapa de plántula. Cuando crece, necesita estar completamente expuesta a la luz. Si se cultiva en casa, se suele plantar. Se puede colocar en el balcón para que reciba toda la luz. Una luz insuficiente hará que la planta crezca con piernas largas, lo que también afectará su floración. Sin embargo, evite la exposición al sol en verano para evitar que las hojas pierdan agua y se sequen, lo que no favorece el desarrollo de las plantas.
3. Riego: La Milán es una planta que prefiere la humedad. Durante su período de crecimiento, riégala adecuadamente para mantener la tierra húmeda, pero no demasiado mojada. Si hay alguna tecnología en la tierra de la maceta, afectará la respiración de las raíces y puede provocar que se pudra. Si el clima es relativamente seco, es necesario rociar agua adecuadamente, una vez por la mañana y por la noche para aumentar la humedad del ambiente.
4. Fertilización: El crecimiento de Milán requiere de ciertos nutrientes. Si no se aplica el fertilizante de forma adecuada, la calidad de floración de la planta disminuirá y también se acortará el periodo de floración. Generalmente, se requiere un aderezo adecuado durante el período de crecimiento. El fertilizante es principalmente fertilizante de torta descompuesta o agua residual de pasta de sésamo. Debe diluirse completamente antes de la fertilización para evitar daños por fertilizante. Se suele aplicar cada 7-10 días y se puede complementar con superfosfato antes de la floración.
5. Mantente abrigado en invierno: la resistencia al frío de Milán no es fuerte, por lo que debes prestar atención a mantenerte abrigado en invierno. Puedes ponerlo en un lugar cálido del interior, pero debe poder ver la luz del sol y no estar demasiado a la sombra. Si la temperatura en la casa no es lo suficientemente alta, es necesario colocar una bolsa de plástico en la parte superior de la planta para mantenerla caliente.
6. Control de plagas y enfermedades: Las enfermedades comunes en Milán incluyen la pudrición del tallo, la antracnosis y la hollín. La pudrición del tallo causa pudrición del tallo y debe controlarse con mezcla bordelesa. La antracnosis hará que las ramas y hojas enfermas se caigan, por lo que es necesario podarlas a tiempo y prevenirlas con una solución de toxina. La enfermedad del hollín a menudo ocurre junto con las cochinillas y se puede controlar con carbendazim. Las principales plagas que lo amenazan son cochinillas, pulgones, arañas rojas, enrolladores de hojas, etc., que suelen necesitar ser fumigados con diferentes productos químicos.