¿Por qué los pacientes con cáncer necesitan un diagnóstico patológico?
Lo que generalmente llamamos diagnóstico patológico incluye la citopatología y la histopatología.
La citopatología se basa en el examen patológico y el diagnóstico de las células en el lugar del cáncer. Es sencillo, económico y práctico, y tiene una alta tasa de positividad diagnóstica. Actualmente es el principal método para diagnosticar el cáncer de esófago y de cuello uterino. Clínicamente, el diagnóstico citopatológico se basa en el raspado directo o el examen radiológico de las secreciones naturales de los cánceres superficiales o de las luces que se comunican con el mundo exterior. Para los cánceres profundos sin secreciones, las muestras también se pueden obtener mediante punción antes del examen de frotis. El diagnóstico citopatológico se puede utilizar para el cáncer de nasofaringe, cáncer de pulmón, cáncer de esófago, cáncer de cardias, cáncer gástrico, cáncer de hígado, cáncer de riñón, cáncer de próstata, cáncer de mama, cáncer de cuello uterino y cáncer de piel. El método de clasificación comúnmente utilizado es el método de cinco niveles. Grado I: Células atípicas o anormales. Grado II; la citología es atípica pero no hay evidencia de malignidad.
Grado III: La citología sospecha malignidad, pero no puede confirmar el diagnóstico. Nivel IV: La citología es altamente sospechosa de malignidad. Nivel V: El diagnóstico citológico es maligno.
La histopatología es el examen patológico y diagnóstico del tejido enfermo que se corta o extirpa. Debido a la gran cantidad de muestras histopatológicas, las partes más sospechosas se pueden seleccionar intencionalmente para múltiples exámenes patológicos. La tasa de precisión del diagnóstico es significativamente mayor que la de los métodos generales y es el elemento principal del examen patológico. El examen histopatológico está disponible para todos los cánceres proliferativos y tiene una gama extremadamente amplia de aplicaciones. El diagnóstico histopatológico también se puede utilizar para el diagnóstico patológico preoperatorio, intraoperatorio y posoperatorio de cirugía tumoral, proporcionando una valiosa base de diagnóstico para el tratamiento quirúrgico.
Aunque el diagnóstico patológico tiene el mayor valor diagnóstico, no es omnipotente. También existe la posibilidad de errores y diagnósticos erróneos, que están directamente relacionados con la experiencia del patólogo y la calidad de la selección de la muestra. Debido a la complejidad y diversidad del cáncer, un mismo sitio puede tener diferentes cambios morfológicos y diferentes cánceres pueden comportarse de manera muy similar, lo que aumenta la dificultad del diagnóstico y conduce a un diagnóstico erróneo. Por lo tanto, al realizar un diagnóstico patológico, se deben combinar análisis específicos con la práctica clínica para reducir los diagnósticos erróneos y erróneos. Este artículo fue aportado por el oncólogo Sun.