Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimiento del confinamiento - Sonríe dulcemente. Composición de escuela secundaria de 700 palabras.

Sonríe dulcemente. Composición de escuela secundaria de 700 palabras.

"Dulce", cuando vi esta palabra, comencé a entrar en pánico, como una puerta giratoria. Los eventos pasados ​​​​se repitieron en mi mente, eran ordinarios y triviales, como si pasaran desapercibidos, pero cuando recuperé el sentido, me sorprendí. Ya estoy sonriendo.

Entonces, ¿qué me hace tan feliz?

Sí, recuerdo aquella vez que llegué tarde a clase, pero subí corriendo las escaleras y entré a la clase equivocada. Cuando los compañeros de esa clase me miraron con sorpresa, salí corriendo apresuradamente, pero de una manera aún más humillante, pisé a la profesora que estaba a punto de entrar a la clase. Estaba tan avergonzado que no podría estar más avergonzado, pero cuando le pedí disculpas una y otra vez, ella me sonrió gentilmente sin ningún rencor.

Entonces, ¿es por eso que me río? ¿Por mi imprudencia, por la gentileza del profesor? Sí, parece que no.

Sí, recuerdo aquella vez que fui a casa de mi abuela a jugar. Me dijo con gran interés que cantó "Man Tian" con acento local. Ella dijo: "Las flores están floreciendo muy bien y la fragancia de las flores parece abrumar a otras flores". Finalmente, me llevó al balcón para disfrutarlas. Las personas de setenta años tienen una vitalidad que es rara en los jóvenes de veintitantos. La luz del sol era perfecta en ese momento y las flores entraron juntas en mi corazón, lo que me hizo sentir muy dulce.

Entonces, ¿me río de eso? ¿Por esta habitación llena de flores, por esta preciosa familia? Sí, parece que falta algo.

Sí, todavía recuerdo ese periodo en la clase de educación física. Después de correr 800 metros, estaba tan cansado que me senté en el suelo y apenas podía levantarme. En ese momento, un compañero que acababa de terminar de correr me detuvo y me dijo muy seriamente: "No puedes sentarte después de correr. Si estás muy cansado, apóyate en mí. En ese momento soplaba una brisa". Sin embargo, el olor del viento parece muy dulce y conmovedor.

Entonces, ¿es por eso que me río? ¿Por la brisa fresca, por las palabras sinceras? Sí, probablemente sea eso. Me río y soy dulce, todo gracias a estas cosas ordinarias, triviales, pero muy reales. Entran en el corazón sin querer, como una taza de té claro y poco profundo, con un regusto simple y sin fin, que me recuerda la frase: "La sencillez es la verdad".