¿Cuáles son los síntomas de la tiroides?
¿Qué síntomas debes considerar ante la enfermedad de tiroides?
Si palpa la parte frontal del cuello o ve tumores distintos del cartílago tiroides y el cartílago cricoides, considere la posibilidad de una enfermedad de la tiroides. Los pacientes con tiroiditis subaguda pueden presentar hinchazón y dolor en el cuello o nódulos dolorosos con evidente sensibilidad. El dolor puede irradiarse al pecho, detrás de las orejas y al área occipital, y el dolor empeora al tragar, hablar o girar el cuello. El bocio simple se manifiesta principalmente como una hinchazón indolora en la parte frontal del cuello. Si la hinchazón es evidente, puede comprimir la tráquea y dificultar la respiración. Cuando se comprime la vena cava superior, se produce congestión y edema en la cabeza, la cara y las extremidades superiores. La compresión de la montaña del nervio laríngeo recurrente provocará ronquera. El bocio suele aparecer como una única masa nodular en el cuello. Los tumores malignos son duros, de forma irregular, de bordes poco claros y tienen poca movilidad.
Además de las manifestaciones locales en el cuello, la enfermedad de la tiroides puede tener una variedad de manifestaciones clínicas debido a la secreción anormal de la hormona tiroidea, anomalías inmunes y lesiones que afectan a otros órganos del cuerpo. En el hipertiroidismo, el nivel de hormona tiroidea en la sangre aumenta, lo que puede provocar palpitaciones, dificultad para respirar e intolerancia al calor. Los síntomas sistémicos incluyen sudoración excesiva, inquietud, comer en exceso, pérdida de peso, proptosis de los ojos y temblores en las manos. Cuando se produce hipotiroidismo, el nivel de hormona tiroidea en sangre disminuye, manifestándose como síntomas sistémicos como sensibilidad al frío, fatiga, menor sudoración, pérdida de apetito, estreñimiento, aumento de peso, olvidos, reacción lenta, piel fría, piel seca y áspera. , dolor espasmódico en los músculos de las piernas, etc. Los tumores malignos de tiroides a menudo invaden los tejidos circundantes como el esófago y la tráquea, provocando dificultad para tragar, dificultad para respirar y ronquera, también pueden trasladarse a los pulmones y huesos junto con la circulación sanguínea, provocando dolor en los huesos y síntomas pulmonares; transferirse junto con los vasos linfáticos a los pulmones y los huesos a los ganglios linfáticos cercanos, lo que provoca la inflamación del tejido linfoide. Al mismo tiempo, muchas otras enfermedades también pueden mostrar síntomas similares a los de la enfermedad de la tiroides en la práctica clínica. Por tanto, ante la sospecha de una enfermedad tiroidea, acuda al departamento de endocrinología del hospital para obtener un diagnóstico claro.