Cinco consejos para refrescarse y prevenir enfermedades en otoño e invierno
Tipo 2: El clima seco del otoño puede provocar fácilmente una irritación continua de las mucosas respiratorias y provocar resfriados. También puede provocar amigdalitis, traqueítis, neumonía y otras enfermedades. Por lo tanto, debe prestar atención a mantener la ventilación interior de la casa y beber más azúcar de roca, agua de pera china y sopa de melón de invierno para mantener la secreción normal de la mucosa del tracto respiratorio superior y prevenir el dolor de garganta.
Tercer tipo: A finales de otoño, los alérgenos en los alimentos y el aire aumentan significativamente, lo que es el factor principal en la alta incidencia de asma. Se debe minimizar el contacto con los alérgenos.
El cuarto tipo: las hojas de otoño han caído, hace viento y llueve, lo que fácilmente puede provocar emociones negativas. En este momento, conviene prestar atención al ajuste psicológico y mantener una actitud positiva y optimista. La respiración profunda puede promover el vaciado del aire turbio en los pulmones, aumentar el contenido de oxígeno en la sangre, poner el cuerpo en un estado relajado y aliviar la tensión, la ansiedad y otras emociones depresivas.
Fórmula 5: A finales de otoño, la elasticidad de los vasos sanguíneos disminuye, la presión arterial aumenta, la sangre se vuelve más espesa y se forman fácilmente trombosis a bajas temperaturas. Por tanto, debemos prestar mucha atención a los síntomas precursores de la hipertensión, la diabetes y las enfermedades coronarias. Si se siente mareado, tiene dolor de cabeza intenso, visión borrosa o extremidades entumecidas, debe acudir al hospital a tiempo para evitar accidentes.