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Hombre, 53 años, 5 años después de una cirugía por un pequeño cáncer de hígado, ¿cuántos años podrá vivir?

La tasa de supervivencia a 5 años es un indicador estadístico médico basado en ensayos clínicos internacionales a gran escala. A partir del momento en que el paciente ingresa a este estudio, la institución de investigación realizará un seguimiento irregular después del tratamiento. Por ejemplo, después de 1 año, se encuentran vivas 1.600 personas, luego la tasa de supervivencia a 1 año es 80 y a los 5 años.

En general, si no hay recurrencia después de 5 años, la probabilidad de recurrencia se reducirá mucho, pero no es imposible. La probabilidad de recurrencia después de 5 años de supervivencia varía según los diferentes tumores y no se puede generalizar. Se puede decir que según el nivel médico actual, los tumores inevitablemente recaerán después del tratamiento, y es sólo cuestión de tiempo. Por tanto, el tratamiento actual del cáncer radica en cómo ampliar el período de remisión, mejorar la supervivencia libre de enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Para pacientes con alta malignidad, como cáncer de pulmón y cáncer gástrico, la tasa de supervivencia en etapa tardía es muy baja y el seguimiento no puede ser demasiado largo.

Presta atención a los siguientes puntos y podrás vivir al menos 10 años más. La enfermedad está en el mantenimiento, no en la medicina. Consideraciones dietéticas para el cáncer de hígado

1. Dieta equilibrada: Los pacientes con cáncer de hígado consumen mucha comida, por lo que deben asegurar una nutrición adecuada. La forma más sencilla de medir el estado nutricional de un paciente es ver si es capaz de mantener su peso. La mejor manera de mantener su peso en un nivel normal es mantener una dieta equilibrada y pedir a los pacientes que coman más verduras frescas, la mitad de las cuales deben ser verduras de hojas verdes.

2. Grasas y proteínas: Una dieta rica en grasas puede afectar y agravar la afección, mientras que una dieta baja en grasas puede reducir los síntomas de náuseas, vómitos e hinchazón en pacientes con cáncer de hígado. Los pacientes con cáncer de hígado tienen poco apetito y comen menos. Si no tienen una alimentación lo suficientemente equilibrada, deben aumentar las calorías de su dieta e ingerir grasas y dulces de fácil digestión y absorción, como miel, jalea real, sacarosa, aceite vegetal y nata. Los pacientes con cáncer de hígado deberían consumir más alimentos ricos en proteínas, especialmente proteínas de alta calidad. Como carnes magras, huevos, frijoles, leche, etc. , para prevenir la reducción de albúmina. Sin embargo, en la última etapa del cáncer de hígado y cuando la función hepática es deficiente, se debe controlar la ingesta de proteínas para evitar la encefalopatía hepática causada por una ingesta excesiva de proteínas.

3. Vitaminas: Vitaminas A, C, E, K, etc. Todos tienen ciertos efectos antitumorales auxiliares. La vitamina C se encuentra principalmente en frutas y verduras frescas. El caroteno se puede convertir en vitamina A después de ingresar al cuerpo humano, por lo que los pacientes con cáncer de hígado deben comer más hígados de animales, zanahorias, coliflor, trébol amarillo, col china, higos, dátiles, etc. Al mismo tiempo, también deberían comer más verduras y frutas frescas, como rábanos, calabazas, brotes de bambú y dátiles.

4. Sales inorgánicas: minerales. Los nutricionistas dividen las sales inorgánicas en dos categorías: macroelementos como calcio, sodio, potasio, fósforo, hierro, etc. Oligoelementos, como selenio, zinc, yodo, cobre, manganeso, germanio, etc. Los científicos han descubierto que minerales como el selenio, el magnesio, el cobre, el magnesio y el hierro tienen efectos anticancerígenos. Los pacientes con cáncer de hígado deben comer más alimentos que contengan oligoelementos, como ajo, champiñones, espárragos, maíz, algas, algas, almejas, pescado marino, yemas de huevo, arroz integral, frijoles, etc.

5. Los pacientes con cáncer de hígado a menudo sufren síntomas de indigestión como pérdida de apetito, náuseas e hinchazón. Deben comer alimentos más fáciles de digerir, como sopa de ciruelas agrias, jugo de naranja fresco, jugo de frutas y jengibre. zumo, sopa de fideos, gachas de mijo fresco, etc. , ayuda a la digestión y alivia el dolor. No comas demasiado frío, demasiado caliente o demasiado lleno. Los pacientes con cáncer de hígado suelen experimentar síntomas como náuseas, vómitos y pérdida de apetito, y deben comer más alimentos ligeros, como la leche de almendras.

6. La mayoría de los pacientes con cáncer de hígado han dañado el Qi y la sangre después de la cirugía, lo que provoca debilidad general, dolor en las extremidades, anorexia y sudoración espontánea. Debe centrarse en reponer el qi y nutrir la sangre. Puede comer sopa de carpa cruciana, sopa de pollo con huesos negros, té de ginseng, longan, hongo blanco y tortuga de caparazón blando. Evite los alimentos duros y fríos.

7. La mayoría de los pacientes con cáncer de hígado avanzado se encuentran en un estado de insuficiencia sistémica y tienen dificultades para comer. Deberían priorizar el desarrollo de la resistencia del cuerpo. Además de añadir nutrientes, el ginseng americano o ginseng blanco se suele utilizar macerado en agua para potenciar el funcionamiento de sus órganos.