Métodos y precauciones de cultivo de jaspe
1. Mantenga una temperatura constante.
El requisito de temperatura para cultivar jaspe es de alrededor de 25 grados. La temperatura no cambia mucho en primavera y otoño, y la temperatura es más alta en verano. Debemos evitar el clima cálido y trasladar el jaspe al interior para evitar la exposición excesiva al sol y su marchitamiento. En invierno, la temperatura es baja, controlada entre 10 y 15 grados, y no puede ser inferior a 10 grados para evitar la hibernación y detener el crecimiento del jaspe, que provoca daños por heladas.
2. Regar adecuadamente
No necesitas demasiada agua, sólo regar un poco cuando la tierra esté seca. No acumule agua, de lo contrario el jaspe puede perder muchas hojas o incluso morir. Sin embargo, requiere una alta humedad del aire. Especialmente cuando hace calor y está seco, se debe rociar agua a tiempo. Ya sea rociando o salpicando, la temperatura del agua no debe ser demasiado fría, preferiblemente cercana a la temperatura ambiente.
3. Fertilización científica
Como planta suculenta, el jaspe tiene un sistema radicular bien desarrollado y una gran vitalidad, por lo que no es necesario fertilizarlo con demasiada frecuencia. Generalmente se aplica una vez cada 10 días en primavera y otoño, y el 20% de la torta descompuesta se puede utilizar como fertilizante y agua. En verano caluroso, se debe suspender la fertilización para evitar la pudrición de las raíces.
4. Poda regular
Para plántulas recién propagadas, cuando la altura de las plántulas es de unos 10 cm, es necesario aumentar el número de ramas. La poda de plantas grandes generalmente depende de las condiciones de crecimiento. Las ramas largas se acortan para que la planta esté más llena y tenga un mayor valor ornamental.