Breve introducción a la historia del descubrimiento de las sulfonamidas y las sulfonamidas existentes.
Las sulfas son fármacos antibacterianos sintéticos que se han utilizado clínicamente durante casi 50 años. Tienen las ventajas de un amplio espectro antibacteriano, propiedades estables, uso sencillo y sin consumo de alimentos durante la producción. Especialmente después de que se descubriera el antibacteriano sinérgico trimetoprim (TMP) en 1969, su uso combinado con sulfas puede mejorar su efecto antibacteriano y ampliar su alcance terapéutico. Por tanto, a pesar de la disponibilidad de una gran cantidad de antibióticos, las sulfonamidas siguen siendo agentes quimioterapéuticos importantes.
Según su uso clínico, se pueden dividir en tres categorías: ① Sulfas que se absorben fácilmente en los intestinos. Se utiliza principalmente para infecciones sistémicas, como sepsis, infección del tracto urinario, fiebre tifoidea, osteomielitis, etc. Según la duración de la acción del fármaco, se puede dividir en tres categorías: acción corta, acción media y acción prolongada. Los fármacos de acción corta se absorben y excretan rápidamente en el intestino, con una vida media de 5 a 6 horas y deben tomarse 4 veces al día, como la sulfadiazina (SM2) y el sulfisoxazol (SIZ) de vida media intermedia; Los medicamentos son de 10 a 24 horas y se toman dos veces al día, como sulfadiazina (SD), sulfametoxazol (SMZ). Los compuestos de acción prolongada tienen una vida media de más de 24 horas, como el sulfametoxazol (SMD) y la sulfadimetoxina (SDM). ②Sulfas que son difíciles de absorber en el intestino. Puede mantener una alta concentración de fármaco en el intestino. Se utiliza principalmente para infecciones intestinales como disentería bacilar y enteritis, como la ftalazinona tiazol (PST). ③Fármacos tópicos de sulfonamida. Se utiliza principalmente para infecciones por quemaduras, infecciones de heridas purulentas, enfermedades oculares, etc. Como la sulfaacetamida (SA), la sal de sulfadiazina de plata (SD-Ag) y el mesilato (SML).