Enfermedades oftálmicas
El Dr. Tao Yong es el oftalmólogo jefe del Hospital Chaoyang afiliado a la Universidad Médica Capital. El Dr. Tao Yong se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pekín y es supervisor de doctorado. Se puede decir que es un médico muy talentoso y profesional. Mientras examinaba y trataba a los pacientes, el paciente Cui Zhenguo persiguió al Dr. Tao Yong y le cortó la cabeza y los brazos en muchos lugares. Me dieron el alta del hospital después de más de 3 meses. Aunque el Dr. Tao Yong está fuera de peligro, la lesión de su brazo aún no ha sanado. El Dr. Tao Yong todavía no siente nada en su brazo izquierdo y debe usar equipo protector para la reconstrucción diaria. Las carreras pueden arruinarse y puede que no haya esperanzas de operar a pacientes en la mesa de operaciones. Este es un gran golpe y un gran pesar para el Dr. Tao Yong.
En la entrevista, el Dr. Tao Yong dijo que si se le permitiera, no querría estar en la búsqueda caliente, siempre y cuando pudiera volver a trabajar. Un supervisor de doctorado necesita 10 años de arduo estudio antes de poder marcar una diferencia en la profesión de la oftalmología médica, a la que el Dr. Tao Yong también ha dedicado mucho. Inesperadamente, este incidente arruinó sus esfuerzos. Sin embargo, el Dr. Tao Yong dijo que cooperaría activamente con el tratamiento y la recuperación y se esforzaría por cuidarse y volver a la vida normal lo antes posible. Aunque no puedo ir a la mesa de operaciones, aún puedo concentrarme en la investigación en oftalmología, guiar a los estudiantes a participar en investigaciones científicas y contribuir a la causa de la oftalmología.
De este incidente se puede ver que la relación médico-paciente es tensa y la ignorancia del paciente causa directamente daño personal al médico, lo que representa un gran peligro potencial para el médico. Cuando hay menos médicos, se producirá una escasez de recursos médicos, que eventualmente repercutirán en los propios pacientes lesionados. Cui Zhenguo fue sentenciado a una sentencia tan severa esta vez para advertir a la comunidad de pacientes que los médicos no son dioses y no deben culparlos por la cura de la enfermedad. Cada uno de nosotros deberíamos asumir la responsabilidad de nuestra propia salud. En caso de que la condición sea irreversible, relajarse y ser positivo y optimista es el camino correcto a seguir. Dar rienda suelta a la ira indiscriminadamente acabará pagando un alto precio.