El azúcar blanco tiene un efecto hemostático milagroso.
Lo probé yo mismo y funciona muy bien. Una vez, mi hijo se cortó la planta del pie de más de una pulgada de largo y estaba sangrando.
Kouzi me gritó: "Papá, agua con azúcar". Inmediatamente tomé un plato pequeño, le puse una cucharada de azúcar, la diluí en agua y la apliqué sobre la herida con un bastoncillo de algodón. El sangrado se detuvo rápidamente.
Creo que el azúcar es pegajoso y puede tensar la piel de ambos lados de la herida y detener el sangrado rápidamente.
Más tarde leí un informe que decía que el médico de cierto equipo de fútbol sudamericano había rociado azúcar en polvo directamente sobre las heridas de los jugadores cuando estaban lesionados y sangrando.
Parece que este método todavía se reconoce.
El azúcar es un producto de la naturaleza, que nos proporciona abundantes recursos. Haciendo un buen uso de estos recursos, podremos adaptarnos mejor al medio ambiente y vivir una vida más saludable.