¿Pueden los tomates prevenir el cáncer de próstata?

Los científicos japoneses han descubierto que los rábanos, las lechugas, los brotes de soja, los guisantes y las calabazas contienen una amilasa especial que puede eliminar la toxicidad de las nitrosaminas y los benzopirenos, haciéndolos perder sus efectos cancerígenos. El efecto anticancerígeno de los tomates contiene principalmente licopeno, que interfiere con las moléculas que dañan el ADN, el material genético y provoca cáncer en el cuerpo humano.

Además, un nuevo estudio demuestra que productos como la pasta y el jugo de tomate contienen potentes antioxidantes que pueden reducir el riesgo de cáncer de próstata.

Después de analizar los hábitos alimentarios y el historial de cáncer de próstata de más de 47.000 hombres, los investigadores descubrieron que aquellos que comían productos a base de tomate al menos dos veces por semana tenían un 24% menos de riesgo de desarrollar cáncer de próstata.

El autor principal de este estudio es el Dr. Edward Giovannucci, que trabaja en la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Hospital Brigham and Women's. Este estudio respalda investigaciones previas sobre productos alimenticios, en particular productos de tomate. Los tomates son ricos en licopeno, un antioxidante muy eficaz.

Giovannucci afirmó que, en su opinión, el licopeno puede absorber los radicales libres anaeróbicos, sustancias químicas producidas durante el metabolismo que pueden dañar la estructura genética de las células.