¿Es realmente posible curar el cáncer?

Como todos sabemos, el cáncer es un problema médico mundial y una enfermedad antigua. En 2008, eruditos españoles y egipcios descubrieron en Egipto un antiguo cráneo femenino de 4.200 años de antigüedad, lo que supuso el primer caso de cáncer de mama en la historia de la humanidad. En 2014, arqueólogos de la Universidad de Jaén descubrieron dos descripciones del cáncer de mama en un manuscrito de papiro impreso por un médico del antiguo Egipto hace 2625 años: los senos estaban hinchados, duros, fríos, tan densos como bayas de río, y podían extenderse bajo la piel; en cuanto a las recomendaciones de tratamiento, Indo-Hotep escribió de mala gana que no había cura.

Han pasado miles de años y el cáncer sigue haciendo estragos, causando sufrimiento físico y mental a innumerables pacientes. Muchas veces no podemos evitar preguntarnos: la ciencia y la tecnología han avanzado y los estándares médicos han mejorado enormemente. ¿Seguimos indefensos? ¡Déjame decirte que ya tenemos suficientes contramedidas! En julio de 2021, la comunidad médica internacional logró por primera vez un gran avance: ¡el nuevo medicamento contra el cáncer CAT-T se puso oficialmente en uso después de los ensayos clínicos de fase III! ¡Estos dos últimos tratamientos traen nueva esperanza a innumerables pacientes!

En circunstancias normales, todas las células normales del cuerpo humano tienen una cierta probabilidad de mutación (las células normales tienen la capacidad de proliferar indefinidamente por algún motivo), que es el cáncer. Sin embargo, los humanos tienen un sistema inmunológico, por lo que el sistema inmunológico puede eliminar fácilmente por completo una pequeña cantidad de células cancerosas que aparecen temprano. Sin embargo, si el sistema inmunológico está débil en este momento, una vez que las células cancerosas se dividan y crezcan rápidamente, se convertirán en el cáncer que nos preocupa.

La terapia CAR-T (inmunoterapia de células T con receptor de antígeno quimérico) es un tipo de inmunoterapia. El principio es recolectar linfocitos T inmunes de la sangre del paciente, introducir una molécula estimulante que pueda reconocer receptores de antígenos tumorales en las células T mediante tecnología de modificación genética y activar el anticuerpo quimérico de las células T al mismo tiempo.

Esto puede mejorar enormemente su capacidad para atacar y destruir las células cancerosas. Posteriormente, se inyecta una gran cantidad de células T cultivadas fuera del cuerpo y dentro del cuerpo del paciente para identificar y destruir con precisión las células cancerosas. Además, cuando el cáncer reaparece, estas células T también pueden desempeñar un papel letal, lo que se puede decir que previene la recurrencia y la metástasis del cáncer desde su origen.