Lesiones precancerosas, hiperplasia atípica y carcinoma in situ
1. Las lesiones precancerosas se refieren a algunas lesiones benignas con potencial canceroso que, si existen durante mucho tiempo, pueden convertirse en cáncer. La detección temprana y la curación oportuna de las lesiones precancerosas tienen una importancia práctica importante para la prevención de tumores. Las lesiones o enfermedades precancerosas clínicas comunes incluyen: ① leucoplasia con hiperplasia epitelial atípica; ② erosión cervical con hiperplasia epitelial atípica; ③ cambio fibroquístico hiperplásico de la mama con hiperplasia epitelial ductal atípica; ④ glándulas polipoideas de colon y recto; ⑤ gastritis atrófica crónica y úlcera gástrica con; metaplasia intestinal e hiperplasia atípica; ⑥ colitis ulcerosa crónica; ⑦ úlcera cutánea crónica con displasia epitelial (8) cirrosis hepática.
2. La displasia (hiperplasia atípica) es un cambio morfológico de las lesiones precancerosas. Se refiere a un cierto grado de displasia en la estructura morfológica de las células epiteliales en proliferación, pero no es suficiente para diagnosticar el cáncer. Las células en proliferación varían en tamaño, con núcleos grandes y profundos, proporción nucleocitoplasmática aumentada y figuras mitóticas aumentadas, pero generalmente no se observan mitosis patológicas. Los niveles celulares aumentan, la disposición se desordena y la polaridad desaparece. La hiperplasia atípica ocurre principalmente en el epitelio escamoso, pero también puede ocurrir en el epitelio glandular. La displasia epitelial escamosa se puede dividir en tres grados según el grado de atipia y/o el grado de afectación. La displasia leve y moderada (que afecta 1/3 y 2/3 inferiores de la capa epitelial respectivamente) puede volver a la normalidad una vez que se elimina la causa. La hiperplasia atípica grave (que afecta a más de 2/3 de la capa epitelial inferior pero no a todo su espesor) es difícil de revertir y, a menudo, se convierte en cáncer. La neoplasia intraepitelial incluye hiperplasia atípica y carcinoma in situ. La displasia leve, moderada y grave se denomina neoplasia intraepitelial I, II y III respectivamente, y el carcinoma in situ también se clasifica como neoplasia intraepitelial III.
3. Carcinoma in situ significa que las células cancerosas han afectado todo el espesor del epitelio, pero no han penetrado la membrana basal y se han infiltrado hacia abajo. Los ejemplos incluyen carcinoma in situ de cuello uterino, esófago y piel. El carcinoma epitelial escamoso in situ a veces puede afectar a las glándulas mucosas, pero no invade la membrana basal glandular y todavía se considera carcinoma in situ y se denomina carcinoma in situ que afecta a las glándulas. Además, cuando el cáncer acinar lobulillar de mama se vuelve canceroso y no ha invadido la membrana basal, se le puede denominar carcinoma lobulillar in situ.