En otoño, todo el cuerpo está caliente y seco, la boca y la lengua secas y la mente trastornada. ¿Qué debo comer?
Primero, come más peras en otoño. Tomando como ejemplo las peras de Dangshan, Anhui, las peras de septiembre son las más dulces. Esto se debe a que las peras en esta época han acumulado dulzura durante todo el verano, agregando un toque de frescor en esta fresca estación otoñal. Por lo tanto, la función más importante de las peras de otoño es eliminar el fuego e hidratar los pulmones. En otoño, si sientes fiebre en todo el cuerpo o tienes tos y sequedad en la boca, una pera es el mejor desintoxicante. Sin embargo, si puedes hacer peras guisadas con azúcar de roca, sería lo mejor.
En segundo lugar, comer más carne de pato en otoño. Hay un viejo proverbio en Corea del Norte: si alguien quiere invitarte a comer carne de pato, tienes que comértela aunque tengas que pagarla tú mismo. Aquí puedes ver los beneficios de la carne de pato. En otoño, debido a que el clima y la gente no pueden alcanzar el nivel de armonía entre el yin y el yang, la carne de pato es muy adecuada para nutrir el yin y reponer el qi. Además, la sopa de carne de pato tiene una amplia gama de funciones, sin olvidar su efecto enriquecedor de la sangre, también es la mejor dieta en otoño para aumentar el apetito.
En tercer lugar, comer más comida negra en otoño. Hay un dicho en la medicina tradicional china que dice que las enfermedades del verano se curan en invierno y el otoño nutre los riñones, lo que significa que los riñones son más vulnerables en otoño. Esto se debe a que este es un proceso importante en la transición del cuerpo humano de la desintoxicación del sudor a la desintoxicación de la orina durante el proceso de cambio climático, por lo que la reposición de los riñones se vuelve muy importante. La comida negra es un alimento natural que nutre los riñones. En otoño puedes comer más hongos, semillas de sésamo, etc., y también puedes combinarlos con ñame, baya de goji, dátiles rojos, etc. para obtener mejores efectos. Finalmente, en otoño, entre el verano y el invierno, no solo debemos prestar atención a eliminar el calor interno, sino también a nutrir los riñones.