El loco dentista judío mató a 98 soldados enemigos. ¿Por qué su Medalla de Héroe llegó con 60 años de retraso?
Durante la Segunda Guerra Mundial, casi todo el mundo se vio sumido en la guerra, con innumerables víctimas. Cuanto más famosa es una batalla, más probabilidades hay de que sufra muchas bajas, como fue el caso de la Batalla de Saipán. Esta fue una batalla entre el ejército estadounidense y el ejército japonés. El ejército japonés sabía que esta batalla estaba destinada al fracaso, por lo que adoptó un ataque suicida. No solo atravesaron la línea del frente del ejército estadounidense, sino que también corrieron hacia la retaguardia del ejército estadounidense y cortaron y mataron a los heridos, lo cual fue inhumano. Benjamin Solomon, un dentista judío en la retaguardia, no pudo soportarlo más y tomó una ametralladora para disparar a los soldados japoneses, matando a 98 soldados. Sin embargo, Solomon es médico y no debería participar en combate. Debido a las restricciones del derecho internacional, no fue hasta 60 años después que Salomón recibió su Medalla de Honor.
La ubicación geográfica de Saipan es muy ventajosa. Si el ejército estadounidense toma Saipan, pueden bombardear Japón. Se trata de un lugar estratégico y todas las tropas japonesas están absolutamente decididas a defender Saipán. El ejército japonés se ha quedado sin municiones y alimentos, pero aún defiende Saipan. En una situación tan desesperada, el teniente general japonés dio la orden a cada soldado japonés de llevar a cabo ataques suicidas. Cada uno debía matar a más de diez estadounidenses. De esta forma, el ejército japonés lanzó un contraataque desesperado.
Este contraataque fue feroz y el frente militar estadounidense no logró detenerlos. Los soldados japoneses corrieron hacia la retaguardia y masacraron a los heridos que no tenían poder para resistir, independientemente de las leyes internacionales. Como médico militar, Salomón no pudo soportar la crueldad con la que trataban a sus pacientes, por lo que cogió una ametralladora y mató a 98 soldados japoneses. Él mismo también murió.
Lo que hizo Salomón fue un acto heroico, y se le debe respetar y dar el honor que merecía. Sin embargo, según el derecho internacional, a los médicos no se les permite luchar, y mucho menos a Salomón con una ametralladora. Por lo tanto, bajo las limitaciones del derecho internacional, Salomón nunca recibió una explicación perfecta. No fue hasta 60 años después que el presidente Bush le volvió a otorgar la Medalla de Honor, rectificó su nombre y confirmó que era un héroe nacional.