¿Se puede curar la fístula anal?
La terapia mínimamente invasiva de Angle es altamente recomendada por el Ministerio de Salud. Para tratar la fístula anal, con la ayuda de sondas avanzadas y perfusión de peróxido de hidrógeno, se pueden encontrar con precisión todas las aberturas internas, lo que puede evitar eficazmente diagnósticos y tratamientos erróneos. A diferencia del método tradicional de seleccionar todas las aberturas de la fístula, solo se hacen incisiones en las lesiones principales, se realiza drenaje boca a boca, se descomponen las aberturas internas y externas y se conservan algunas incisiones para simplificar el complejo proceso. Durante el tratamiento de la enfermedad, la función anal no se daña y las heridas quirúrgicas se reducen al menos en dos tercios, minimizando así el daño al cuerpo. Todo el proceso es indoloro, el tratamiento es exhaustivo y la recuperación es rápida, lo que reduce en gran medida el dolor del paciente.