Cinco manifestaciones del carcinoma de células renales temprano
En una etapa temprana, los pacientes con cáncer de riñón pueden experimentar fatiga, pérdida de peso, fiebre inexplicable y edema, además se acompaña de una pérdida evidente de apetito: distensión abdominal, indigestión y, en ocasiones, náuseas y vómitos;
La hematuria intermitente indolora es una característica importante del carcinoma de células renales. Aproximadamente el 60% de los pacientes presentan hematuria indolora. Los primeros síntomas de este tipo de cáncer de células renales pueden ser engañosos. Muchos pacientes o familiares son descuidados porque ven a los pacientes sin dolor y a veces son buenos y otras veces malos. Como resultado, se arrepienten porque no pueden curarse en la etapa posterior.
Los pacientes con cáncer de riñón a menudo tienen un dolor sordo o sordo en el abdomen; este es un síntoma común en la etapa inicial y generalmente es más evidente en la etapa posterior. En la etapa inicial, el dolor puede aliviarse por sí solo y no es fácil de detectar. El cólico renal ocurre sólo cuando un tumor en la pelvis renal causa hidronefrosis o hematuria.
Cuando las células tumorales crecen hasta cierto punto, aparecerá una masa en la cintura o el abdomen del paciente, que en ocasiones se puede tocar con las manos. Si la masa está adherida al tejido circundante, inmóvil y difícil de empujar, generalmente se encuentra en una etapa avanzada.
El dolor del carcinoma de células renales se localiza principalmente en la cintura y el abdomen. El dolor se manifiesta como una sensación de hormigueo y un dolor sordo. A veces, el coágulo de sangre se bloquea cuando pasa por el uréter, lo que provoca cólicos intensos. A menudo se diagnostica erróneamente como cálculos renales, lo que retrasa la afección.