¿Cuál es la diferencia entre nutrición enteral y nutrición parenteral?
La elección entre nutrición enteral, nutrición parenteral o una combinación de ambas depende en gran medida de la función del tracto gastrointestinal del paciente y de la tolerancia al modo de administración de la nutrición, sexo. Por lo general, depende de la naturaleza de la enfermedad, el estado del paciente y el criterio del médico tratante. Si la función cardiopulmonar del paciente es inestable, la mayor parte de la función de absorción del tracto gastrointestinal se pierde o el metabolismo nutricional está desequilibrado y existe una necesidad urgente de compensación, se debe seleccionar la nutrición parenteral. Si el tracto gastrointestinal del paciente es funcional o parcialmente funcional, se debe seleccionar una nutrición enteral estricta y segura. La nutrición enteral es un método de alimentación fisiológico que no sólo evita los posibles riesgos provocados por la canulación venosa central, sino que también ayuda a restablecer la función intestinal. Sus ventajas son simples, seguras, económicas, eficientes, acordes con las funciones fisiológicas y existen muchos nutrientes enterales diferentes. Sin embargo, elegir el momento adecuado y la forma segura de administrar nutrición enteral a pacientes con enfermedades gastrointestinales no es fácil y puede agravar potencialmente la enfermedad subyacente. Algunos síntomas clínicos, como náuseas, plenitud, dolor abdominal y signos físicos, como diarrea, disminución de los ruidos intestinales y distensión abdominal, limitan el uso de nutrición enteral. Además, si el paciente no puede tolerar la inserción de la sonda nasogástrica, la inserción de la sonda nasogástrica no es suave o la posición anatómica original cambia después de la cirugía esofágica o gástrica, la aplicación de nutrición enteral también será limitada. Al mismo tiempo, la nutrición enteral también puede provocar complicaciones, como aspiración traqueal, náuseas, diarrea, trastornos del riego sanguíneo intestinal, etc. Por lo tanto, no se debe administrar nutrición enteral cuando la función cardíaca del paciente esté en un estado marginal o la hemodinámica sea inestable; los pacientes con nutrición enteral deficiente deben cambiar el método de suministro de manera oportuna para evitar retrasar el tratamiento nutricional. En resumen, el principio más crítico e importante de la nutrición enteral es comprender estrictamente las indicaciones, calcular con precisión la cantidad y duración del tratamiento nutricional y seleccionar racionalmente el método de tratamiento nutricional.
La nutrición parenteral tiene un efecto terapéutico auxiliar positivo y eficaz en casi cualquier enfermedad del sistema digestivo donde la ingesta oral sea insuficiente, inapropiada o imposible, y supone un avance importante en el tratamiento de enfermedades humanas. Esta terapia aporta grandes beneficios a pacientes con enfermedades del sistema digestivo como desnutrición y disfunción gastrointestinal.
La nutrición parental puede producir síndrome de saciedad e inhibir la motilidad gástrica, por lo que se recomienda tener un poco de hambre durante unos días antes de realizar la transición a la nutrición enteral, y sólo se puede lograr la infusión intravenosa de líquidos que mantengan el equilibrio hídrico y electrolítico. Estimular las actividades gastrointestinales, mientras se utilizan reflejos condicionados, se utiliza el color, el aroma y el sabor de los platos para despertar el apetito, o se come con miembros de la familia para obtener placer. La combinación adecuada de alimentación por sonda y alimentación oral puede facilitar la transición de la nutrición parenteral a la nutrición enteral. Este principio también debe seguirse al realizar la transición de la alimentación por sonda a largo plazo a la nutrición enteral normal por vía oral.
La nutrición parenteral a largo plazo puede provocar una disminución de la función gastrointestinal. Por tanto, la transición de la nutrición parenteral a la nutrición enteral debe ser gradual y no puede detenerse repentinamente. De lo contrario, aumentará la carga sobre los intestinos y será perjudicial para la recuperación. Esta transformación se puede dividir a grandes rasgos en cuatro etapas: ① combinación de nutrición parenteral y alimentación por sonda; ② alimentación por sonda sola; ③ combinación de alimentación por sonda y administración oral; Esto significa hacer una transición gradual a la nutrición enteral para adaptarse a las células intestinales. Cuando se tolera la alimentación enteral, utilice infusión lenta y de baja concentración de preparaciones de nutrición enteral esenciales o no esenciales, controle el equilibrio hídrico y electrolítico y la ingesta nutricional (incluida la nutrición parenteral y enteral) y luego aumente y disminuya gradualmente la nutrición enteral. Se utiliza hasta que la nutrición enteral pueda satisfacer las necesidades metabólicas, luego se elimina por completo la nutrición parenteral, luego se combinan la alimentación por sonda y la administración oral, y finalmente se logra la nutrición enteral normal.