¿Cómo afrontar la muerte fetal?

Los mortinatos deben tratarse lo más rápido posible. Si el embrión deja de desarrollarse temprano en el embarazo, el embarazo puede interrumpirse mediante un aborto. Si se produce una muerte fetal después de tres meses de embarazo, es necesaria la inducción del parto. También se pueden inyectar medicamentos en el útero para inducir el parto. Cuando las contracciones uterinas comienzan de forma natural y el cuello uterino se abre, el tejido embrionario es expulsado, finalizando el embarazo. Por lo tanto, la muerte fetal debe tratarse lo antes posible, ya que con el tiempo puede provocar un sangrado masivo o una infección intrauterina, lo que tendrá un impacto muy grave en la salud de la mujer. Si se produce una infección intrauterina, es probable que cause adherencias intrauterinas y enfermedad inflamatoria pélvica crónica.

Consideraciones dietéticas en el tercer trimestre

En el tercer trimestre, las mujeres embarazadas entran en la etapa de sprint final y su almacenamiento de nutrientes es particularmente importante. Una dieta segura, saludable y razonable es un requisito previo necesario para el nacimiento sano del feto. Combinado con las características nutricionales del tercer trimestre, se deben realizar los ajustes correspondientes en función de la dieta del segundo trimestre.

1. Requerimientos dietéticos diversificados: en el tercer trimestre del embarazo, las futuras madres no solo necesitan complementar las calorías, sino también prestar atención al suplemento de nutrientes de alta calidad como proteínas, almejas, calcio y vitaminas. Pueden adoptar una dieta de comer menos y más veces, que puede aumentarse a más de 5 comidas al día. Nunca tomar grandes cantidades de suplementos para evitar la obesidad y la macrosomía (las madres embarazadas no deben ganar más de 15 kg de peso durante el embarazo).

2. Suplementar suficiente calcio y hierro para ayudar a que los dientes y huesos del feto se calcifiquen bien y prevenir la anemia en las mujeres embarazadas. Puedes comer más algas marinas, camarones secos, semillas de sésamo, hígado de animal, huevos, pescado, etc.

3. Incrementar la ingesta de proteínas vegetales, como frijoles, productos de soja, etc.

4. Reducir la ingesta de alimentos con alto contenido en azúcar, como frutas, azúcar, miel, etc. , para evitar que el feto crezca demasiado y afecte el parto sin problemas.

5. Consuma más alimentos de alto valor nutricional y de tamaño pequeño, como alimentos de origen animal; coma menos alimentos de bajo valor nutricional y de gran tamaño, como patatas, batatas, etc.