Es difícil ser padrastro y madrastra, ¿cómo te llevas con tus hijos?
Hoy en día, muchas personas se vuelven a casar, no para encontrar una pareja para ellos, sino para encontrar una madre o un padre para sus hijos. Creo que el motivo en sí no es puro. Si te vuelves a casar con esa mentalidad, es así. No será bueno para su otra mitad ni para sus hijos. Las expectativas de actitud son demasiado altas. Si la otra parte no cumple con sus expectativas, definitivamente se sentirá decepcionado y, naturalmente, surgirán conflictos.
Personalmente, creo que no importa si un hombre o una mujer quiere volver a casarse, no hay razón para obligar a la otra mitad a hacerle algo a su hijo si tiene sus propios padres. los padres no pueden amarlo adecuadamente, deben ser amados. Que el niño culpe a su padrastro y a su madrastra es claramente un secuestro moral. Ser padrastro y madrastra no es fácil y, a veces, las parejas que se vuelven a casar piensan que se aman tanto que nada es un problema. Sin embargo, los problemas emocionales de un niño no pueden resolverse mediante una relación profunda entre los padres del niño. Se necesitan dos adultos, tanto para ellos como para sus hijos, para darlo todo por esta nueva familia. Aquí hay algunos puntos para su referencia sobre cómo las parejas que se vuelven a casar pueden manejar su relación con los hijos del otro: 1. Reduzca sus expectativas. A los ojos de los niños, los padrastros son "enemigos" que irrumpen en sus familias y les roban el amor. Los hijastros siempre centran sus ventajas en sus padres biológicos y atribuyen todos sus defectos a sus padrastros. Este es un momento en el que debes estar mentalmente preparado de antemano. Los niños tienen una naturaleza infantil. No espere que se lleven bien con usted. Ajustar primero sus expectativas reducirá la ansiedad y las preocupaciones de las parejas que se vuelven a casar. 2. Ama la casa y el pájaro. Si realmente amas a la otra persona, amarás a sus hijos desde el fondo de tu corazón. Cuando una hija abraza el cuello de su madre y le suplica con lágrimas en los ojos: "Mamá, no quiero un padrastro, te escucharé y te serviré de ahora en adelante ¿Qué mujer en el mundo puede soportar sus lágrimas?" propio hijo? En este momento, el hombre debe aparecer como el gran amigo del niño, contándole cuentos, haciendo los deberes y jugando con el niño. Sólo con el paso del tiempo podrá ser reconocido por el niño.